La noticia del agotamiento de los fondos europeos ha generado preocupación tanto en el sector de la construcción como entre miles de familias navarras. Actualmente, entre 2.500 y 3.000 hogares esperan llevar a cabo sus proyectos de mejora energética. Más de 40 millones de euros en solicitudes de ayudas corren el riesgo de no ser atendidos si no se actúa a tiempo.

Es fundamental que, además de solicitar fondos adicionales, se implementen medidas concretas para garantizar la continuidad de los proyectos. Estas medidas deberían incluir el compromiso de destinar fondos de otros programas de ayudas aún no agotados, de manera que las obras puedan continuar y las comunidades de propietarios no pierdan la confianza en el sistema de ayudas públicas. De este modo, se evitaría que el impulso en la rehabilitación, que tanto ha costado generar, se vea frenado.

La situación es crítica. Los proyectos de rehabilitación energética son esenciales para reducir el impacto ambiental de nuestros edificios, responsables del 14 % de las emisiones de CO₂ en España. Además, representan un motor económico clave. Si las obras no avanzan, las repercusiones económicas serán considerables, afectando tanto a particulares y comunidades de propietarios como a pequeñas y medianas empresas de subsectores como la construcción, carpintería, cristalería o metalistería. Muchos trabajadores autónomos especializados también podrían quedarse sin empleo.

A pesar de la complejidad de la situación, confío plenamente en que el Gobierno de Navarra, con su reconocida capacidad de gestión y eficiencia, sabrá resolver esta coyuntura. Navarra ha sido, y seguirá siendo, un referente en la rehabilitación de viviendas, y no debemos permitir que esta oportunidad se escape. Nuestro reto es continuar con los proyectos y alcanzar el nivel B de eficiencia energética en todos los edificios para 2030, tal y como marca la normativa.

Desde el Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Navarra, reiteramos nuestra disposición a colaborar y a ofrecer toda nuestra capacidad técnica y de gestión al servicio de la ciudadanía y del Gobierno de Navarra. Estamos preparados para asumir nuestro papel y garantizar que, si llegan los fondos adicionales, sean gestionados de manera eficiente.

Sabemos que muchas comunidades de vecinos han invertido tiempo y recursos en proyectos y licencias, y que no podrán ejecutar las obras sin las ayudas solicitadas. No podemos permitir que estas expectativas se frustren ni que el sector de la construcción, clave para el desarrollo económico de Navarra, se paralice pudiendo evitarlo.

Es esencial que todos los actores implicados —gobierno, empresas y ciudadanía— trabajemos unidos. Este no es solo un reto para el sector de la construcción o para quienes han solicitado ayudas, sino un desafío colectivo. Mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas no es solo una obligación europea, sino una necesidad para garantizar un futuro más sostenible y económico.

Confiamos en que el Gobierno de Navarra seguirá gestionando esta situación con eficacia, como ha hecho en otras ocasiones, y que juntos podremos asegurar que Navarra continúe siendo un referente en rehabilitación y eficiencia energética. No hay tiempo que perder, pero aún estamos a tiempo de actuar. Desde el Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Navarra, instamos a la administración a poner en marcha un plan que permita que los expedientes en curso avancen sin interrupciones mientras se resuelven las solicitudes de fondos.

Navarra siempre ha estado a la altura de los retos. Esta vez no será diferente, y con el esfuerzo conjunto de todos los actores implicados, seguiremos construyendo un futuro mejor.

El autor es presidente del Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Navarra