El día 16 de diciembre, todos/as los/as trabajadores/as de la planta de BSH Esquíroz recibimos una carta en la que se nos informaba de la intencionalidad por parte de BSH de cerrar la planta de Esquíroz en un periodo de 6 meses. Esto conllevará la pérdida de 660 puestos de trabajo directos más los indirectos (aprox. 1.000 empleos).
En la carta se nos comunica lo siguiente: “la producción en BSH Esquíroz ha dejado de ser competitiva”.
Después de más de 30 años de trabajo profesional sin recibir nunca ni una sola crítica sobre la realización del mismo, debo de tragarme esa frase envenenada que retumba en mi cabeza. Cualquier persona medianamente lógica e inteligente se dará cuenta que la competitividad de una planta se da por tres factores: por la competencia y profesionalidad de sus empleados y empleadas, por las inversiones realizadas para su productividad y competitividad y por el trabajo para atraer nuevos modelos y mayores volúmenes de producción.
Por lo tanto, es obvio que los únicos responsables de la situación actual y de la falta de competitividad de la factoría de BSH Esquíroz es la gerencia de BSH España.
No puedo mostrarme callado e impasible ante semejante ataque a la profesionalidad, dignidad y honorabilidad de los/as empleados/as de BSH Esquíroz.
La carta continua con las siguientes frases:
“nos comprometemos a trabajar en encontrar las mejores soluciones para ti y para todas las personas afectadas”.
A día de hoy, no tenemos ni el más mínimo apoyo ni la más mínima idea de cómo la gerencia de BSH España está trabajando en encontrar una solución para cada uno de nosotros/as. Han pasado más de dos meses y la plantilla necesitamos certezas ante esta incertidumbre.
“la dirección estará abierta al diálogo con todos los interlocutores y, en particular, con los representantes legales de los trabajadores”.
El comité de empresa nos informa que este diálogo no se está produciendo abiertamente ni con ellos ni con las instituciones. Es más, BSH se desmarcó planteando que el liderazgo del proceso de negociación lo llevasen a cabo las administraciones públicas (Gobierno de Navarra y Ministerio de Industria), dejando de lado a la representación legal de los trabajadores. ¡Una muestra más de su falta de interés y compromiso en la búsqueda de soluciones! Sus intenciones no son para nada claras.
“por parte de la empresa trataremos de manteneros informados de los avances y puntos relevantes que se vayan sucediendo”.
Resulta paradójico que quien no está abierto a tratar el tema, a buscar una solución, a defender ante la gerencia alemana sus propias factorías y empleados/as nos escriba estas letras. Palabras que resuenan en nuestros pensamientos, en el trabajo aportado durante tantos años, en el corazón puesto en cada uno de los frigoríficos y lavavajillas que durante décadas hemos fabricado y cuyos beneficios han llenado las arcas de esta multinacional.
No nos queda otra que seguir luchando. Esperar que algo de sensatez y responsabilidad entre en las cabezas y corazones de estas personas que viven ajenas a nuestros problemas.
Me despido con la formalidad del saludo que la directiva de BSH España nos ha acostumbrado durante tantos años.
Atentamente su “estimado colaborador”.
Empleado durante 30 años en BSH Esquiroz