Comunicado de los recursos de acogida a víctimas de violencia de género.
¡Este año, más que nunca, tenemos que alzar nuestras voces y reivindicar la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad!
Como profesionales de los recursos de acogida para mujeres víctimas de violencia de género, podemos ver en primera línea las desigualdades y discriminaciones sociales y de género que sufren las mujeres, y es nuestro deber luchar por un futuro más justo e igualitario.
En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, todas las mujeres que formamos la plantilla de los recursos de acogida para mujeres víctimas de violencia de género, reiteramos nuestro compromiso con la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres.
Como profesionales de lo social, somos testigos y agentes de cambio en la lucha contra la desigualdad estructural que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
Por ello, este 8-M alzamos la voz para reivindicar que, sin justicia social, no hay igualdad real.
El feminismo es un motor de transformación y la sociedad debe estar a la vanguardia de este cambio, el movimiento feminista, ha tenido, tiene y tendrá un compromiso inquebrantable con la igualdad, la libertad y el derecho a una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas.
Somos el presente y el futuro. Hemos sido reducidas a mercancía, a incubadoras, a objetos sexuales, a esclavas, hemos estado relegadas al ámbito privado, hemos sido marginadas, ignoradas y silenciadas, pero hemos luchado por nuestros derechos sin descanso y seguiremos haciéndolo.
Todavía tenemos mucho que avanzar:
-Conseguir una equidad salarial y medidas para erradicar la brecha de género en el empleo.
-Representación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones.
-Políticas de conciliación y corresponsabilidad.
-Equidad salarial y medidas para erradicar la brecha de género en el empleo, que en este momento está en el 22%.
-Un sistema de protección social que garantice la autonomía económica de las mujeres.
-Que los Derechos Humanos prevalezcan sobre tradiciones culturales y religiosas que opriman a mujeres y niñas.
-Una sanidad pública, universal y de calidad, con formación obligatoria en materia de igualdad, más la erradicación de la violencia obstétrica y el androcentrismo sanitario.
En nuestra sociedad seguimos invisibilizando y menospreciando todos los trabajos de cuidados que sostienen la vida y que cargan sobre los hombros de nosotras, las mujeres. Los cuidados también son trabajo y deben ser reconocidos. Además, se debe fomentar la cooperación y responsabilidad sobre ellos de ambos sexos.
Como trabajadoras de los recursos de acogida para mujeres víctimas de violencia de género, reclamamos medidas de prevención y protección reales y efectivas frente a los feminicidios y la violencia machista.
Tenemos un compromiso con nuestras niñas y nuestros niños, ya que somos responsables del mundo en el que tienen que vivir. Por ello, debemos hacer una revisión estructural de la cultura de la pornografía, donde las mujeres quedamos relegadas, una vez más, a ser objetos sexuales completamente disponibles para el placer del hombre, a costa de nuestro sufrimiento.
Paremos, paremos la maquinaria, necesitamos cambiar piezas, engrasar las correas, aprender a manejarla de otra manera.
Paremos la maquinaria, porque la que tenemos está haciendo daño a más de la mitad de la población mundial. Paremos, respiremos, pensemos; con un pensamiento crítico, levantémonos y pongámonos en marcha por una sociedad igualitaria donde las mujeres puedan vivir sin tener que ser valientes, ni fuertes, ni cariñosas, ni cuidadoras, sino libres.
La autora es coordinadora de los recursos de acogida a víctimas de violencia de género en Navarra