"En el PNV vivían muy tranquilos con Franco"
“En el PNV vivían muy tranquilos con Franco”. Es la frase que pronunció el pasado jueves en el Pleno la concejala de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, María Caballero. Un insulto a todas las familias de aquellos miembros de EAJ-PNV que durante el franquismo sufrieron violencia, represión, persecución, cárcel, torturas, sanciones, depuraciones, requisas, castigos de destierro o exilio, y un insulto a las familias de aquellos miembros de EAJ-PNV que fueron fusilados.
En julio de 1936, nada más producirse la sublevación militar franquista, miembros de la Falange asaltaron la sede de EAJ-PNV en la calle Zapatería 50 de Iruñea, apresaron y torturaron a José Aguerre Santesteban, presidente del Napar Buru Batzar y director de La Voz de Navarra, requisaron la rotativa y comenzaron a editar Arriba España, el órgano de Falange española.
El 29 septiembre de 1936, Fortunato Aguirre Lukin, alcalde de Estella-Lizarra desde 1933 y tras 72 días de cautiverio, fue fusilado frente al cementerio de Tajonar. Mirentxu y Mikele Aguirre, dos de sus hijas, ni siquiera habían nacido cuando su padre fue asesinado con dos tiros. El 31 de octubre de 1936, Jesús Ederra Aranguren, alcalde de EAJ-PNV en Murillo el Cuende, fue asesinado en el paraje de la Tejería.
Como lo fueron otros tantos navarros nacionalistas vascos, como Eustaquio Bengoetxea Bengoetxea, Ángel Txokarro Ramos, Arturo Ziordia Guillen, Miguel Flores Estanca, Hilario Goikoetxea Agirre, Pedro María Gorostidi Imaz, Miguel Hualde Gorosterratzu, Valeriano Ilzauspe Iriarte, Juan Bautista Iriarte Azpíroz, Santos Itarte Nuin, Juan José Lakunza Uncilla, Joaquín Lizarraga Martínez de Bujanda, Sabíno Lizarraga Barandiaran, Ricardo Olejua Irurzun, Florentino Bilotxe Estenoz, Pedro Yabar Lacunza y otros muchos.
Las palabras de la representante de UPN son un insulto a la familia de Fortunato Aguirre, a la familia de Jesús Ederra, a la familia de José Aguerre, y a la de tantos y tantas nacionalistas vascos. Un insulto a la familia de José Antonio Aguirre y Lecube, primer lehendakari del Gobierno Vasco, que tuvo que permanecer en el exilio, y un insulto a la familia de Manuel Irujo Ollo, quien tuvo que partir hacia el exilio en 1939.
Un insulto a la familia de Modesto Urbiola Oroquieta, quien tomó parte en 1930 en la formación de la Junta Nacionalista de Aoiz, miembro del NBB desde 1934, componente de la primera red de información antifranquista montada por la Resistencia Vasca de 1937 a 1940 (conocida como Red Álava), oficial del juzgado de Pamplona, que fue detenido en 1941, juzgado en consejo de guerra y condenado a 25 años, de los que cumplió cinco en prisión.
Un insulto a la familia de Julia Fernández Zabaleta, una de las principales promotoras de la implantación de la organización femenina nacionalista Emakume Abertzale Batza (EAB) en Nafarroa, llegando a ser presidenta de la organización, maestra en las Escuelas Municipales de Pamplona (actuales Escuelas de San Francisco), que fue represaliada, apartada de su trabajo docente por motivos políticos y condenada al ostracismo.
Un insulto a la familia de Javier Ciga Echandi, pintor y exconcejal del Ayuntamiento de Iruña en los períodos 1920-23 y 1930-31, encarcelado durante 3 años, aunque finalmente absuelto y sancionado con una multa económica. Pintor reconocido por el propio Ayuntamiento ya que cuenta con su brillante obra, El mercado de Elizondo en el salón de recepciones del ayuntamiento y que próximamente contará con una sala de exposición permanente en el civivox del II Ensanche.
Un insulto a las familias de todas estas víctimas y de muchas otras, un insulto a la memoria, un insulto a la democracia. Porque la vida de miles de nacionalistas vascos cambió en julio de 1936 con el golpe de Estado. Porque la vida de miles de personas cambió durante la dictadura franquista, y miles de hombres y mujeres fueron fusilados, encarcelados, silenciados, represaliados, perseguidos, torturados, sancionados, desterrados o exiliados.
Para todas las víctimas
¿Qué pensarían y dirían en UPN si un representante político dijera que “en UPN vivían muy tranquilos con ETA”? En EAJ-PNV defendemos memoria, verdad, justicia y reparación para todas las víctimas del franquismo. Para todas las víctimas de ETA. Para todas las víctimas de violencia policial. Para todas las víctimas. Una memoria democrática y una memoria integral. En EAJ-PNV cumplimos este año 115 años de presencia consolidada en Navarra, y siempre hemos estado del lado de los derechos humanos, la convivencia y la democracia, y como hemos hecho siempre vamos a seguir trabajando para construir un futuro en paz en nuestra tierra.
Durante demasiadas décadas hemos convivido con distintas formas de violencia injusta y vulneraciones de derechos humanos en nuestro país, y la única manera de avanzar en el camino hacia la paz y la convivencia es el reconocimiento de la verdad, la justicia, la memoria y la reparación para todas las víctimas sin excepción. Porque sin memoria no hay verdad, sin verdad no hay justicia, y sin justicia no hay convivencia duradera. Y la verdad, la justicia, la memoria y la reparación exigen también empatía y respeto.
El autor es concejal de Geroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona y miembro de EAJ-PNV