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Tribunas

Marcha al polígono de tiro, más necesaria que nunca

Marcha al polígono de tiro, más necesaria que nuncaFermín Pérez Nievas

Este año se celebra la 35º edición de la Marcha al Polígono de las Bardenas, una acción de protesta contra las armas y su uso en nuestra tierra que se mantiene activa gracias a la perseverancia, a la lucha y a la resistencia organizada de la Asamblea Antipolígono. Desde que se firmara el acuerdo de utilización del Parque Natural (entonces sin esta categorización) entre el régimen franquista y los EEUU en 1951 –posteriormente reconvertido a acuerdo entre el Estado español y la OTAN– somos miles las personas que hemos acudido a las distintas marchas convocadas para manifestar nuestra posición contraria a esta base militar de entrenamiento y prueba de armamento, han sido decenas las mociones aprobadas por el Parlamento de Navarra rechazando su uso para perfeccionar armas que luego asesinan personas y someten pueblos.

A lo largo de la democracia en Navarra hemos dejado patente que somos gente de paz, algo que también aseguran otras muchas regiones, países europeos y del mundo; mientras, asistimos a la paradoja de verbalizar nuestra repulsa a las guerras, nuestra posición contraria al rearme y a la escalada bélica, con la realidad de que una parte importante de nuestra tierra, nada menos que las Bardenas Reales lleve 74 años siendo bombardeada y utilizada como diana de un armamento que luego pueda ponerse en práctica en guerras.

Nos estremecemos viendo las más de 60.000 víctimas mortales causadas por el gobierno genocida de Netanyahu, sin pensar si esas armas habrán sido experimentadas en las Bardenas; o los miles de muertos registrados en Yemen en los últimos años, con la ya conocida intervención estadounidense; o las muertes causadas en la guerra ruso ucraniana donde el armamento puesto en práctica en nuestra tierra ha causado ya decenas de miles de muertos.

Que el Parque Natural de las Bardenas, que este año cumple 25 años de su declaración como Reserva de la Biosfera, siga siendo utilizado como polígono de tiro es una vergüenza para nuestra tierra y sus gentes, por mucho dinero que reporte a las arcas de sus pueblos congozantes y al propio Gobierno de Navarra. Porque la financiación de las necesidades de los pueblos que se benefician de este uso belicista de las Bardenas no debe sufragarse con ese dinero, sino con los fondos del Ejecutivo Foral, como todos los demás.

Tenemos un paraje natural de incalculable valor paisajístico, cultural y ecológico, utilizado año tras año con el fin de asegurar la eficacia de las bombas, la efectividad de las balas que se disparan para matar. Al mismo tiempo nuestros gobiernos, autonómico y central, aprueban leyes con las que hacer más sostenible nuestro planeta, con las que concienciar a la población sobre el respeto a la biodiversidad, sobre la lucha contra el cambio climático… mientras aquí, en pleno corazón de Navarra, se siguen lanzando bombas. ¡Qué clase de ironía es esta!

Por eso este año la Marcha contra el Polígono es más necesaria que nunca, es una expresión de dignidad colectiva, de resistencia organizada, de memoria activa que la Asamblea Antipolígono ha logrado mantener y a la que desde aquí queremos mostrar apoyo, respeto y eterno agradecimiento.

A lo largo de más de 70 años han sido muchas las muertes causadas por armamento perfeccionado en nuestra tierra, en Navarra, pero sin duda es ahora más que nunca cuando la lucha contra la locura armamentística es una urgencia. Nos encontramos en un delirio armamentístico mundial, donde la industria de las armas quiere su botín. El incremento brutal del gasto militar en Europa, los más de 10.000 millones aprobados en un suspiro por el Gobierno de España para gasto en armamento (ahora llamado inversión en seguridad), el rearme global, los discursos belicistas y su normalización en los medios de comunicación, todo ello con el objetivo de crear la tormenta perfecta que perpetúe en nuestra tierra la existencia de un escenario de prueba de material de guerra, que seguirá pesando sobre nuestras conciencias y dejando víctimas en guerras lejanas.

La Marcha a las Bardenas no es sólo un acto simbólico, es una cita con la historia, con la conciencia, con la vida, una oportunidad más para cada una de nosotras, personas conscientes, personas de paz, digamos basta. Basta de silencio, basta de complicidad, basta de normalizar lo inaceptable. Queremos una Navarra libre de bombas, que deje de ser cómplice de las armas mortíferas, queremos poder mirar a Palestina, a Ucrania, a Sudán, a Yemen, a tantos y tantos pueblos sumidos en las guerras… y decir que somos tierra de acogida no de entrenamiento para el sufrimiento.

Por eso, este 1 de junio, te pedimos que vengas a las Bardenas. Que sumes tu voz, tu paso, tu rabia y los conviertas en esperanza. Porque la paz no se construye con ejércitos, sino con justicia social, con solidaridad internacional, con respeto entre los pueblos. Luchemos porque Navarra deje de ser utilizada como plataforma para la guerra, porque es una ofensa a nuestra memoria, a nuestra dignidad y a nuestra voluntad colectiva de vivir en paz.

¡Este domingo nos vemos en las Bardenas!

Firman este artículo: Neniques Roldán Marrodán, Fátima Andreo, Begoña Sesma Bea, Gracia Moreno Sola, Alizia Izal Elorz, Adrián Herrera Herrera, José Antonio García Arana, Justo Calvo Santos, Antonio Jiménez Millán, Rafael Otermin Sengariz, César Osanz Cebrian, Sagrario Marco Elorz, Jerusalén Armendáriz Alcalde, Jesús Mari Echarri Iribarren, María Joaquina Gómez Pérez, Pablo Antón Barriga, Jesús Etxaniz Eslava, Carme Pino Villalba, Miguel M. Cervantes Montero, Isabel Moral Goikoetxea, Jone Mendiondo Eraso, Jesús Corera Azcárate, José David Sanchís García, Margarita Trujillo Alonso, Bonaventura Bordas Carne y Luis Urra Armañanzas