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La carta del día

Goyo Armañanzas

Palestina: nos pedirán cuentas

Palestina: nos pedirán cuentasEP

Abuelo, ¿ tú qué hiciste para parar el asesinato masivo en Gaza?

Mis futuros nietos no me van a pillar en esa. Con lo que sigue, algo podré responder. Pongo mi grano de arena para dormir tranquilo.

Llevo muchos años trabajando en psicología con el trauma transgeneracional que provocó nuestra Guerra Civil: mataron a mi abuelo en ella. He pasado gran parte de mi vida creyendo que ya no me tocaba vivir una guerra de cerca, ya tenía el cupo. Ya no pienso lo mismo. Estoy viviendo dos.

Todo era silencio aquí acerca del trauma de nuestra guerra. Me tuve que ir al trauma del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial para aprender acerca del trauma que teníamos. Los profesionales habían sido parte de la conspiración de silencio. De psicólogos judíos, alemanes, armenios, sudafricanos, aprendí muchas cosas: culpa del superviviente, necesidad de venganza, suicidios, depresiones, esterilidad (sangre asesina maldita), cargar la identidad del muerto a hombros de un descendiente, síndrome del aniversario, duelos congelados, etcétera. Muchas cosas para estudiar y tener en cuenta en la psicoterapia a nivel individual.

Eso puede ayudar a procesar el sufrimiento emocional en la consulta. Pero ¿y en el nivel colectivo? No ha servido tanto eso a nivel colectivo.

En lo colectivo aquí hemos tenido el conflicto de ETA con sus muertos y el impacto emocional traumático que deja para generaciones.

Y los judíos evidentemente no resolvieron su trauma transgeneracional. Yo, nieto de un asesinado en la guerra, me vuelvo loco cuando pienso el enorme sufrimiento que ha dejado para generaciones de personas que solo tienen una vida para gastar. Los niños que la están perdiendo ni siquiera esa.

No hay que ser experto en nada para entender que lo que los judíos están haciendo hoy es una venganza colectiva, un genocidio, porque no han procesado el horror, la humillación, el miedo que sus mayores les han legado. Y los alemanes no han procesado la culpa de perpetradores cuando se niegan a parar el comercio de armas con Israel.

“La identidad”, me dice un colega judío cuando le pregunto cómo se siente ante el conflicto. Sí, la identidad judía, la identidad vasca, y otras muchas, honrando a los ancestros y, por amor, puede matar y mata. Si no podemos reírnos un poco de esa identidad al mirarnos en el espejo, tenemos ya un problema. La identidad palestina ¿a dónde nos llevará? Los que estudian el ADN nos ponen en nuestro sitio cuando se nos va de madre el punto narcisista y ególatra. A reírse un poco en el espejo de nuestro orgullo racial, que es muy sano. Claro, sabemos que el orgullo racial está feo y no lo decimos así.

Se mata de muchas maneras.

Se mata cuando los humanos muertos pasan a ser una moneda de cambio en el conflicto político. Se mata cuando yo no me posiciono en contra de los asesinatos en masa porque mi partido se ha posicionado en otro lado, porque esa posición simboliza estar en contra de mi socio… Se mata.

Se mata cuando se venden armas a Israel o se compra algo que les da dinero. Dejé de comprar ciertos dátiles. Sí, posicionarse tiene precio para nuestro bolsillo.

Se mata cuando se dejan de ver los 1.706 muertos de Hamás porque Israel tiene 53.475 (aproximadamente). Si estás ahí ya has hecho carnaza para la lucha política usando muertos; atentos. ¿Qué siento yo cuando veo las reclamaciones de los israelitas por la vuelta de sus rehenes junto al silencio por los palestinos que mueren ese día? Ni lo sé.

Se mata con el silencio.

-“Señor presidente: hoy a 30 junio de 2026, llevamos cerca de 71.706 muertos en Israel…

-Solo llevamos 70.000 aproximadamente.

-Sume por favor a los 1.706 israelitas. En cualquier caso ¿por qué han esperado a esa cifra tan infamante para utilizar todos sus recursos, todos, para parar esa sangría? Si esto se hubiera hecho, por ejemplo el 30 de junio 2025, un año antes, hubiéramos salvado 20.000 vidas.

-Tenga en cuenta La situación de la comunidad, el acuerdo, bla, bla, bla y requetebla.

- ¿Entonces duerme usted bien por las noches?

-Gracias. Siguiente pregunta.

El autor es psiquiatra, autor de ‘Odio, culpa y perdón’