El próximo 3 de diciembre, Orreaga Fundazioa vuelve a celebrar el Nafarren Biltzarra / Día de Navarra con una novedad con respecto a anteriores ediciones: el recibimiento a la Matrona, en carne y hueso, que encabeza lo alto del monumento erigido hace 122 años como un baluarte para la defensa de la libertad y de la Constitución de Navarra. La Matrona entregará a la juventud navarra el legado de lo que durante tantos años ha sostenido en alto: la Ley Foral. Los Fueros de verdad, con mayúsculas, pues es preciso recordar que solo lo son las leyes que el pueblo navarro se ha dado y se dará a sí mismo. Y no lo son, en cambio, las imposturas del seudo foralismo impuesto desde 1936, ni su continuación en la Lorafna, conculcando a la Constitución navarra y a las libertades de las navarras y navarros.
Por encima del valor simbólico, artístico y de los naturales sentimientos, se halla la realidad de que el monumento foral lleva en sí la plasmación escrita de su razón de ser y de su verdadero fundamento, por lo que no hay necesidad alguna de inventar, y mucho menos de enmendar. El documento foral en su conjunto está encabezado con dos palabras Foru Legea-4 Ley Foral, y su contenido se halla expresamente enunciado por escrito en el mismo monumento, inscrito mediante el relieve de las letras fundidas en las placas de bronce que le rodean por su base. El inicio de este contrato foral se halla en la placa situada en la fachada principal delantera del monumento, al igual que lo señala la posición de la Matrona, presidiendo el paseo de Sarasate, continuando el mensaje del texto foral en las cuatro placas de bronce restantes situadas en la base del monumento.
“Gu gaurko euskaldunok, gure aitasoen illezkorren oroipenean, bildu gera emen gure legea gorde nai degula erakusteko”. Nosotros, los euskaldunes de hoy, en recuerdo de nuestros antepasados, (y también todas las personas que viven aquí y se sientan identificadas con nuestra hambre de libertad,) nos reuniremos, una vez más, para mostrar que queremos guardar nuestras leyes y libertades. E igualmente que, siguiendo lo que está escrito de la Constitución navarra en las placas siguientes del monumento, recordar que la relación de Navarra con cualquier estado u estados solo puede ser entre principales, sin importar la extensión ni la población de los mismos. De igual a igual, reteniendo siempre Navarra su naturaleza soberana e independiente, de pueblo libre, con entidad e instituciones democráticas propias que la representen, así en leyes como en territorio, que debemos conservar, recuperar y ejercer. En la actualidad una parte de Navarra se halla en el ámbito de un estado europeo, el reino de España, y la otra en el de otro estado europeo, la República Francesa, conservando siempre ambas partes de Navarra el Derecho imprescriptible a la misma Constitución propia, legalidad, ciudadanía, unidad política, historia, lengua y cultura vasco-navarra.
Este monumento se levantó el año 1903 por cuestación popular de los navarros y navarras, y para esculpir la Matrona el escultor tuvo como modelo a la joven pamplonesa Rosa Oteiza Armona. La encarnación de la Matrona pondrá el testigo de la libertad navarra en manos de la juventud de Navarra. El testigo del auténtico documento foral, indeleblemente impreso en las placas de bronce del monumento, tiene que quedar claro, es el verdadero testigo foral del monumento que se transmite de generación en generación, que ahora pasa a la siguiente, y que es el contrato permanente de unidad de todas las navarras y los navarros en la defensa de nuestros Fueros, cumplidos y mejorados, para la libertad individual y colectiva de la sociedad de Navarra.
Y con el testigo en su mano la representante de la juventud navarra hará el juramento foral de unir siempre a todas las navarras y a todos los navarros en la defensa de sus libertades, “libertades aún más dignas de amor que la propia vida”, como figura en el mismo monumento, siendo bienvenidos los de fuera pero que sepan nunca soportaremos su yugo. Todas nuestras leyes y la Constitución propia navarra se basan en el principio de la libertad, que se resume en el emblema Pro libertate patria, gens libera state, que para la libertad de la patria navarra el pueblo navarro permanezca libre.
Navarra se siente en deuda con Rosa Oteiza Armona, una mujer del pueblo que dio vida y ayudó a traer vida, que representa con su efigie a la etxekoandre de los navarros, como modelo de la Matrona que corona el monumento a los fueros. Con este homenaje, con sorpresa final, se quiere desde el pueblo y por el pueblo, reconocerla y tenerla en la memoria.
Nos vemos el día 3 en la kalejira y en el acto final en la Plaza del Ayuntamiento donde disfrutaremos de una jornada festiva y reivindicativa.
Los autores son presidente y vicepresidente de la Fundación Orreaga, respectivamente