LLegar y besar el santo. Así debe estar resumiendo su inicio de temporada Miguel Pérez Cuesta, Michu para el mundo del fútbol y nuevo ídolo de la hinchada del Rayo Vallecano. El centrocampista llegó en julio procedente del Celta y, como un buen número de jugadores del conjunto madrileño, era uno de los debutantes del equipo en la máxima categoría.

Su polivalencia, su versatilidad para desplazarse en casi todas las posiciones del centro del campo, su modo escurridizo para colarse en las posiciones de remate -sus 185 centímetros también le ayudan en esa zona-, han hecho de este recién llegado una de las sorpresas de la temporada para el Rayo y uno de los hombres destacados en este inicio de Liga.

Michu lleva cinco goles con su equipo y está aprovechando su condición de medio ofensivo por la que ha apostado por él Sandoval. Cinco dianas en once partidos, un rendimiento excelente si se tiene en cuenta que la temporada pasada con el Celta logró seis goles en 33 encuentros.

Michu -21 de marzo de 1986, Oviedo- se formó en las categorías inferiores del Oviedo y dio el salto al Celta para militar durante cuatro temporadas en el conjunto gallego. En enero de 2010, el ahora rayista protagonizó una decisión casi sin precedentes cuando desestimó una oferta del Sporting para jugar en Primera por el apego que siente al equipo de su ciudad natal. Michu es franjirrojo solo en el Rayo, porque es azulón por dentro.