Un navarro en Madeira
el extremo íñigo astudillo fichó por el nacional hace dos semanas en busca de su sueño
qUE el producto de aquí se valora más fuera de nuestras fronteras es un secreto a voces. Y de esta premisa se aprovechó Íñigo Astudillo, el extremo pamplonés de 18 años que decidió emigrar hace algo más de dos semanas a Portugal para ganarse la vida haciendo lo que más le gusta: jugar a fútbol. Empezó a luchar por su sueño en este deporte en las categorías inferiores de Oberena, más tarde probó fortuna en Catalunya y Vitoria y, por último, llegó la oportunidad portuguesa, después de haber recibido varias llamadas de clubes del país luso. Tras realizar previamente una prueba en el Marítimo, decidió valorar más opciones probando en el Nacional de Madeira, que tiene equipo en la máxima categoría portuguesa. Ambos conjuntos le dieron el sí e Íñigo prefirió hacer las maletas hacia Madeira.
"Fue gracias a mi agencia de representantes. Me llevaron al Marítimo a hacer una prueba, luego hice otra con el Nacional y me quedé", afirmó ayer Astudillo a este periódico.
De esta forma, el sueño portugués daba comienzo hace tan solo dos semanas para el trotamundos de Íñigo Astudillo, que desde cadete había perseguido poder dedicarse al fútbol profesionalmente. En Madeira, Astudillo cuenta con una escuela y residencia de primer nivel en la está aprendiendo de la filosofía del club sin dejar de estar en contacto con el terreno de juego. Antes, el extremo ya había convivido durante una semana con sus ahora compañeros para confirmar que su aclimatación al nuevo lugar y modo de vida estaba siendo positiva. Desde entonces, el joven jugador navarro ha ido alternando los entrenamientos entre el primer equipo y el juvenil, por lo que el club ha puesto muchas expectativas en él.
El propio Astudillo confía en sus posibilidades para mantenerse en el primer equipo: "A veces entreno con el primer equipo y otras veces con el B. Solo he disputado dos amistosos con el segundo equipo, pero sé que con esfuerzo puedo estar arriba".
El mercado portugués en los últimos años se ha fijado mucho en jóvenes españoles, por lo que no es tan extraño el seguimiento que se ha hecho de Astudillo. Ya desde su etapa catalana se acercaban representantes de diversos clubes a ver sus actuaciones. Y a pesar de que el navarro recibió muy buenas ofertas de equipos españoles para jugar en División de Honor, prefirió salir fuera para probar suerte. "Aquí hay más oportunidades. Soy el único jugador de fuera en el segundo equipo, pero me estoy aclimatando muy bien. Les hablo en inglés, pero este año voy a estudiar portugués. Me siento a gusto y la gente es muy atenta conmigo", explicaba el extremo navarro a este medio.
Acerca de la posibilidad de poder disputar el amistoso que enfrentará hoy a su equipo y el Club Atlético Osasuna, el navarro confirmó que no podrá jugar. "No creo que pueda jugar ante Osasuna, pero sería cumplir uno de mis sueños nada más aterrizar en el equipo", afirmaba Astudillo. A pesar de esta marcha hacia tierras portuguesas, el extremo navarro lo tiene claro. "Quisiera volver a la Liga española. Si pudiese elegir un equipo, jugaría en el Valencia", contaba ayer el pamplonés.
Su representante, César Jiménez, destaca del joven extremo su capacidad de adaptación a la máxima categoría lusa. "Juega en la demarcación de extremo. Es un jugador rápido y técnico, y eso gusta mucho en el fútbol portugués".
Alguno ya se habrá aventurado a compararle con otro conocido extremo rápido y habilidoso de Madeira, pero de momento Íñigo Astudillo prefiere disfrutar del momento e ir paso a paso.