Contra el Getafe y ante el Elche, a pesar de la victoria, Gracia no supo disipar ninguna duda, porque el equipo seguía en la misma tesitura que con Mendilibar: blando y goleado en defensa, e inofensivo, inocente y previsible en ataque. Sin embargo, en los últimos tres partidos el equipo ha dejado florecer nuevas sensaciones y un estilo de juego diferente capaz de generar nuevas expectativas en esta Liga.
Ante el Atlético de Madrid, un rival que lo ha ganado todo en este inicio de Liga, Osasuna ya dejó constancia de su asentamiento como equipo. Perdió, pero hizo sufrir al Atlético en su feudo. Días más tarde también perdió en casa contra un rival mucho más asequible, el Levante, pero lo hizo ofreciendo un gran primer tiempo lleno de claras ocasiones, pero sin gol. El rival se llevó finalmente los tres puntos en el rechace de un penalti injusto. Tuvo que esperar hasta el pasado viernes para plasmar en puntos su mejoría. En otro primer tiempo espectacular de fútbol, mejoró sus prestaciones ofensivas, creó ocasiones claras de gol y anotó un tanto, y en el segundo tiempo supo defender su ventaja, dejando por primera vez esta temporada su portería a cero.
Varias son las claves de esta mejoría de la mano de Javier Gracia, cuyo trabajo está siendo destacado por los jugadores debido a la claridad de sus ideas futbolísticas adaptadas a la actual plantilla de Osasuna.
LA DEFENSA
Bien arropada, armada y asumiendo menos riesgos
La base del nuevo estilo de juego del Osasuna de Javi Gracia está en la defensa. Es donde más empeño ha puesto el técnico navarro.
El equipo ya no presiona tan arriba ni descuida su zaga por ello. Juega con las líneas más juntas, arropando a la zaga y al portero. No asume riesgos innecesarios y al rival le resulta más difícil coger la espalda a los zagueros rojillos.
La salida de balón es más ajustada y menos peligrosa. Los defensas la están ya mimetizando de tanto repetirla y no pierden tanto su sitio. La salida depende del rival. Si este deja, como en el primer tiempo de Málaga, son los centrales los conductores y organizadores de la misma y los que mueven la pelota a las bandas para que estos la conduzcan arriba. Si, por el contrario, el rival juega adelantado, con dos puntas, uno de los pivotes rojillos se incrusta entre los centrales para dirigir la salida del balón, tal y como ocurrió con Lolo y Puñal en la segunda mitad del partido de Málaga.
El equipo va cogiendo el pulso al nuevo estilo defensivo y el pasado viernes logró por primera vez en esta Liga no encajar ningún gol en un partido oficial. Marcó un tanto en el primer tiempo y el equipo supo defenderlo hasta el final.
Eso sí, aún faltan algunos ajustes, como que los centrales bajen rápido si se incorporan al ataque y tapar mejor las segundas jugadas y estar más atentos a los rechaces en las acciones de estrategia del rival.
ataque
Se llega mejor arriba y se crean más ocasiones de gol
En ataque el equipo también ha mejorado. Ello va unido a la salida de balón. Se aprovechan y utilizan más las bandas para que el balón llegue en mejores condiciones arriba. El objetivo es llegar al ataque con buen manejo de balón, pero sin descartar para nada el juego directo cuando el rival impide la salida o presiona muy fuerte.
También cuenta la movilidad de los mediapuntas, sobre todo de Sisi y De las Cuevas, y a la espera de que Armenteros adquiera mejor tono y un poco más de acierto en sus acciones. Todo ello hace que se creen más jugadas de peligro, haya más centros al área (se llevan 236 pases y 51 córners) y se remate más (de un total de 99 remates, 34 han sido dentro de los tres palos). Ahora solo hace falta que ese notable incremento de ocasiones de gol, constatados sobre todo en los dos últimos partidos contra el Levante y Málaga, se conviertan en gol. Es decir que los hombres de arriba tengan más efectividad.
delantero
El descubrimiento y la presencia de Oriol Riera
Este cambio de estilo futbolístico también ha sido posible por el descubrimiento de Oriol Riera como delantero, como nueve rojillo. No destaca por su velocidad, pero sí por su presencia en ataque. Poco a poco se ha convertido en la referencia ofensiva para todo el equipo rojillo. No solo es el primer defensor, su presión al rival es encomiable, sino que es un hombre muy agresivo en su pelea con la zaga rival. Está ahí, fija las defensas, se va, tiene llegada, va bien por alto, es un referente en las acciones de estrategia y no se esconde en el choque, crea ocasiones y ha empezado a marcar goles (ya lleva tres). Sus números así lo atestiguan: el máximo goleador con 3 tantos; el que más remata (26); el que más faltas comete (22; Silva es el segundo con 16); el segundo que más faltas recibe (16 por 19 de Silva); el segundo que más amarillas ha visto (3 por 4 de Arribas); el tercero que más asiste (7 asistencias por 11 de Armenteros y 9 de Puñal).
ESTRATEGIA
Más daño a balón parado
Otro de los puntos fuertes de este nuevo Osasuna es la estrategia. Gracia ha ensayado las faltas y córners tanto como la salida de balón. Quiere y lo está consiguiendo ser menos blandos a la hora de defenderlas, aunque aún falta corregir la parte de los rechaces; y también ahora se ejecuta con más peligros las acciones ofensivas a balón parado y se está más atento a los rechaces. El gol conseguido en el Calderón lo marcó Oriol Riera en una falta bien ejecutada por Puñal.
Sistema
Gracia amolda el esquema de juego a los jugadores
Gracia llegó a Osasuna con la idea de jugar con su esquema habitual: un 4-4-2. Sin embargo, este lo ha tenido que adaptar un poco a los efectivos que tiene en la plantilla navarra.
Atrás juega con cuatro. En el centro del campo apuesta por dos pivotes y por dos jugadores de banda, y arriba por un media punta y un delantero nato. No juega con dos delanteros salvo en algunas fases de los encuentros: su esquema habitual es un 4-2-3-1 o un 4-4-1-1, aunque también ha empleado el 4-1-4-1.
EQUIPO
Javi Gracia ya tiene un once titular casi definido
Tan importante es tener un esquema de juego propio como un once titular bastante definido. Y Javi Gracia ya tiene prácticamente confeccionado el bloque de su alineación inicial, algo que permite que los jugadores memoricen antes el fútbol que intenta imponer. Para Gracia son fijos en el once inicial el portero Andrés Fernández, los centrales Loties y Arribas, el lateral Damiá, los centrocampistas Silva y Sisi, el mediapunta Armenteros y el delantero Oriol Riera. También han tenido muchos minutos Puñal, De las Cuevas, y Marc Bertrán. Y como alternativas ahí están Lolo, Loé y Joan Oriol.
mentalidad
Incremento de la agresividad, intensidad y autoestima
Si tan importante es todo lo dicho hasta ahora, no lo es menos la condición física y, sobre todo, la mentalización de la plantilla. Aunque la preparación física fue campo de la polémica por unas desafortunadas declaraciones de Javi Gracia, la realidad es que no debe ser tan mala porque no está incidiendo de forma negativa en la mejoría que está teniendo el equipo en las últimas jornadas. El origen del problema era más mental. La falta de confianza y los nervios de la responsabilidad les atenazaba a los jugadores las piernas y les hacía agotarse mucho antes.
La mejoría del juego también ha venido de la mano de esa mayor confianza y autoestima que han ido adquiriendo los jugadores, sobre todo a raíz de ver y creer que eran capaces de crear ocasiones de gol. Ha sido clave para que los jugadores fuesen más agresivos y competitivos, ganasen intensidad y asumiesen más riesgos en ataque sin miedo a perder el balón. Ahora los jugadores se ofrecen porque se lo creen.
Y todo ello hace que el juego que predica Gracia salga mejor y poco a poco se convierta en realidad.
En definitiva, todos esos factores consiguen que Gracia vaya convirtiendo su teoría futbolística en práctica, que el equipo esté ahora más equilibrado, más ordenado y juegue más junto, sin abusar del aspecto defensivo y con mejor salida de balón, y los jugadores salten al campo con una dosis de autoestima y confianza que habían perdido.
Claro todo esto es incipiente y se basa en la llegada de buenos resultados. Si estos desaparecen, se corre el riesgo de desandar lo andado.