pamplona - Ser capitán supone un extra de responsabilidad que conlleva dar la cara cuando las cosas van bien y cuando no. Tras la retirada de Puñal, Miguel Flaño ha heredado el brazalete y ayer estrenó galones dando la cara ante los medios de comunicación en el estreno de la pretemporada de Osasuna. El de Noáin reconoce haber pasado las vacaciones “con preocupación e incertidumbre, más como osasunista que como jugador”, pero se confiesa ilusionado y totalmente centrado en afrontar el nuevo reto que se le presenta.
El central tiene claro cuál es el objetivo del conjunto navarro a partir de mediados de agosto, cuando arranca la competición liguera: el ascenso. Reconoce que el retorno a la elite es la meta de la que hablan Javier Zabaleta, responsable de la Junta Gestora, y Jan Urban y él lo comparte. Y precisamente al polaco quiso dedicar sus primeras palabras en público como capitán asegurando que “es una alegría volver a encontrarme con él porque sabe qué significa Osasuna y tiene las cosas muy claras en la parcela deportiva”.
Desde sus recién adquiridas nuevas responsabilidades, Urban y Flaño son dos piezas clave en este nuevo Osasuna. Un nuevo Osasuna al que el canterano quiere “volver a dotar de la lucha, la garra y los valores que nos han caracterizado a lo largo de los años y que es evidente que se han ido perdiendo”. En este sentido, el central asegura que “cada uno debe asumir sus responsabilidades y trabajar por devolver al equipo donde se merece”.
El defensa hace especial hincapié en la faceta institucional: “Hace tiempo que se están incumpliendo promesas y que los jugadores vemos que las formas no son las más adecuadas en algunos momentos y eso nos ha llevado a una situación casi límite”, asevera. Pero Flaño no achaca a los problemas con la directiva el descenso del conjunto, pues asegura que “la plantilla estaba centrada en lo deportivo, estuvimos donde tuvimos que estar y perder la categoría fue un palo muy grande”.
“Personalmente, mi ilusión era lograr acabar mi carrera manteniendo al equipo en Primera División”, revela Flaño, que continúa diciendo que “no pudo ser y ahora lo que queda es asumir la realidad. Osasuna es un equipo de Primera y con las dificultades que atravesamos lo he visto aún más claro, pero estamos en Segunda y hay que aceptarlo cuanto antes y centrarnos solo en luchar por ascender lo antes posible”.
El central noaindarra repitió varias veces que la plantilla no tiene en mente otra cosa que no sea regresar a la elite, pero no pasó por alto la dificultad de la nueva categoría a la que se enfrenta Osasuna. “Mirando uno por uno los equipos de Segunda apostaría a que más o menos la mitad van a luchar por estar arriba”. En este sentido, Flaño pidió a la afición que sea paciente y no se obsesione con retornar a Primera. “Hay que dar margen al equipo. No tiempo, porque no lo hay, pero lo peor que podemos hacer es hablar sin parar del ascenso porque estamos atravesando una época de cambios y vamos a tener que adaptarnos a muchas cosas nuevas”.
recoge el brazalete Uno de los cambios que afronta Osasuna este curso lo encarna precisamente el nuevo capitán. El canterano asegura que afrontar su nuevo rol en el equipo “supone un aliciente y un orgullo impresionante”. “Hace no mucho era solo un crío que quería asentarse en el primer equipo, y verme ahora como capitán significa todo para mí”.
Sus predecesores han puesto a Flaño el listón muy alto y es consciente de ello. Flaño revela que “mirar al sitio de Puñal en el vestuario y ver que no está se nos hace muy raro a todos, pero es ley de vida”. Y asegura que solo tiene palabras de agradecimiento tanto para el ‘10’ como para César Cruchaga. “Han sido un ejemplo para mí y espero estar a la altura y aportar al cuerpo técnico y a mis compañeros lo máximo posible. Todos me conocen, saben cómo soy y que lo daré todo por devolver a este equipo a Primera”, finaliza.