Osasuna no escapa de su pesadilla
no hay reacción | osasuna reedita una de sus peores imágenes como visitante y no ofrece resistencia alguna ante un girona muy superior, que se impone con amplitud, comodidad y merecimiento
pamplona - Osasuna no acaba de demostrar la firmeza de un equipo en disposición de darle a su reacción continuidad y ayer, frente a uno de los candidatos al ascenso, cayó con estrépito, ofreciendo una imagen ruinosa, de conjunto que se merece lo que tiene en la clasificación -muchos problemas, peligro de descenso-, mostrando su grave incapacidad para igualar la mayor pegada de su rival con una actitud adecuada, con alguna orden para ello. El equipo de Mateo fue un pelele en manos de un gigante y el Girona, jugando correctamente, marcando las pautas del partido, imponiendo ritmo y sentido a sus acciones, le tumbó. Aturdidos los noventa minutos, los rojillos volvieron a vivir su particular pesadilla. La de la toda la temporada.
En la fase crucial del campeonato, con el manual del osasunismo puesto encima de la mesa una y mil veces, y recitadas hasta la extenuación las virtudes que requiere este equipo para salvarse, todo se esfumó. A Osasuna no le debía pillar por sorpresa la altura de un conjunto que va lanzado hacia la Primera División y, por eso, resultó llamativa su propia puesta en acción, muy alejada de la de equipo necesitado, en la que por lo menos arrojo e intensidad se presupone. Ni el paso de los minutos sacudió a Osasuna su lastre de perdedor porque sus argumentos no le permitieron pensar en ninguna otra cosa.
La derrota deja muy tocado a Osasuna, metido en los puestos de descenso, pero de la goleada no solo sale trasquilado y herido el equipo, sino el futuro del propio entrenador. Si Mateo no ha tenido nunca el espaldarazo de la confianza absoluta de esta directiva dubitativa, el empellón de ayer puede ser definitivo para que tomen cuerpo las intenciones.
En un partido horripilante, a Osasuna le costó casi 25 minutos enterarse de lo que estaba sucediendo y, para entonces, el Girona ya iba ganando y, por ocasiones, determinación y actitud, se había merecido una renta mayor. Los catalanes salieron a por los tres puntos desde el primer suspiro y asfixiaron a un Osasuna aturdido hasta que le marcaron el primer gol, a los nueve minutos. El Girona no aflojó en su ímpetu y solo cuando tanto frenesí le pudo pasar factura en su físico, dejó de pisar el acelerador. Nada preocupante para sus intereses porque el equipo de Mateo no dio tres pases seguidos hasta muy avanzado el encuentro. Entonces, de las conexiones entre Nino y Sisi nacieron un par de jugadas de cierto peligro e, incluso, un remate del delantero obligó al meta local a lucirse en una meritoria estirada.
Con la zaga derrumbada desde los dos laterales, por donde el Girona entró una y otra vez, dinamitando cualquier intención de rigor defensivo, y pese al peligro permanente de los locales, a Osasuna se le apreció un mínimo aliento de ambición camino del descanso. Un par de brochazos, nada que ver con una reacción que no se sabía por dónde podía llegar. Un Girona muy superior no se llevó casi sustos y mantenía a los rojillos arrinconados, a punto de recibir el golpe de gracia.
Si a Mateo no le habían entendido los jugadores su mensaje -nunca se vio muy bien en el campo lo que quería el equipo-, en el tiempo de revisión del descanso no hubo repaso del guión o, evidentemente, nula plasmación de cualquier mejora. Osasuna continuó siendo un coladero en defensa, no llegaba a tener control de la pelota como para interpretar algún tipo de juego ofensivo -las carreras de Cedrick fueron el principal argumento- y casi todo se resumió en lanzamientos lejanos, en un fútbol nervioso y precipitado.
El Girona jugó como quiso y metió tierra de por medio cuando lo decidió. Primero en una contra, otra vez ante una defensa adelantadísima, para que Mata firmara su segundo gol de su tarde de gloria, y luego en un córner, donde a Osasuna también le sacaron los colores de la intensidad. Nino se desesperó en un remate de cabeza que repelió un poste. De las pocas muestras de enojo de un equipo que estaba ayer muerto. Toca milagro y resurrección.
GironaOsasuna
7Tiros a puerta2
6Tiros fuera5
5Ocasiones de gol2
15Faltas cometidas11
24Balones al área23
3Córners2
1Fueras de juego3
48%Posesión52%
13Intervenciones del portero15