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[GALERÍA DE FOTOS] “Dicen que estamos locos de la cabeza..."

Afición | Una multitudinaria marea osasunista inunda de rojo Huesca y contribuye al primer lleno en el Alcoraz desde el año 2009

[GALERÍA DE FOTOS] “Dicen que estamos locos de la cabeza..."

Huesca - Cuenta la canción que entona la afición rojilla que “dicen que estamos locos de la cabeza” y ayer quedó demostrado que es cierto, totalmente, que los osasunistas tienen una locura rojilla. Más de 1.500 ayudaron, y mucho, a que El Alcoraz se llenase por primera vez esta temporada y a que Osasuna se llevase un triunfo fundamental para sus aspiraciones.

A las 8.00 de la mañana se podían ver por Pamplona multitud de banderas, bufandas y camisetas rojillas, incluida alguna de Shustikov. Todos encaminándose hacia los autobuses que salieron al punto de la mañana destino a Huesca.

Cualquiera que pasease ayer a partir de las 10.00 horas por las calles de Huesca tendría difícil distinguir dónde estaban. Una ingente cantidad de rojillos comenzaron a abarrotar lo viejo de la ciudad oscense.

La hostelería local comenzó a agradecer el viaje de los rojillos en cuanto estos se bajaron del autobús. Huesca pasó de ser una tranquila ciudad en domingo por la mañana a estar abarrotada de personas con prendas con un color común: el rojo.

“Lo mejor de la Segunda son los desplazamientos”, comentó Jabi Gallego. De la misma opinión era Itziar Fernández: “Venimos a por el partido, pero también a disfrutar con tanto rojillo”.

Así fue pasando la mañana, entre cánticos típicos del Sadar y otros más propios de San Fermín, con charanga incluida. Por la marea se dejaron ver miembros de la Junta, incluido el presidente, Luis Sabalza. Mientras, los rojillos se iban a incorporando a diferentes grupos que se iban formando y con un tema que sobresalía por encima del resto: la llegada de Urko Vera a las filas rojillas a partir de hoy mismo. “Un fichaje de relumbrón”, comentaba Arkaitz Iribarren con sus amigos.

Llegó la hora de comer y rápidamente en procesión para el estadio. A pocos minutos para comenzar el encuentro las taquillas ya colgaron el cartel de “No hay billetes”, algo que no lograban desde 2009. Los oscenses también respondieron al llamamiento de su club e intentaron responder al graderío sur que estaba pintado entero de rojo. Y fue encomiable su labor, pero no pudieron hacer nada ante esos rojillos.

“Sabía que iba a venir gente, pero no me imaginaba que tanta. Lo de esta gente es una pasada”, contaba Oier, al que esta afición todavía tiene capacidad de sorprenderle.

Con todo el fondo sur lleno de rojillos y otros muchos desperdigados por todo el estadio el Riau Riau resonó en el Alcoraz. Y la locura se desató, aún más, con el gol de Kodro.

Desde ahí hasta el final, los rojillos fueron alternando cánticos de ánimo con suspiros de alivio en alguna de las ocasiones, especialmente la última, que falló el Huesca. Todo esto, mojados por la lluvia que cayó en el descanso. Pero el árbitro pitó el final, acabó con el sufrimiento rojillo. Los jugadores agradecieron el desplazamiento regalando sus camisetas antes de que los aficionados se quedasen solos esperando a que les dejasen salir. Animando, por supuesto.Bendita locura.