Pamplona - El vicepresidente de Osasuna, Alfonso Ramírez, anunció ayer su dimisión y su renuncia a concurrir a las elecciones de noviembre en compañía del resto de la junta que preside Luis Sabalza al sentirse “agotado”. Una acalorada discusión en una cena con amigos a la que asistió el pasado miércoles fue el detonante, según las explicaciones que ofreció ayer en la sala de prensa de El Sadar, de una decisión que pone fin a su aventura como directivo del club navarro, que comenzó en febrero de 2016, fecha en la que aterrizó en la directiva junto a Txuma Iso, ambos como relevos de los destituidos Juan Ramón Lafón y Eva Blanco.

En una rueda de prensa convocada por el club ayer por la mañana (aunque sin especificar los motivos de la misma) y celebrada en horario vespertino por encontrarse el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, regresando de Madrid tras asistir a una reunión de la Liga de Fútbol Profesional, Ramírez afirmó que, del citado incidente mientras el pasado miércoles compartía mesa y mantel con amigos, “la culpa fue completamente mía” y, sin entrar en más detalles -“no viene a cuento”, indicó- , añadió que “es la gota que colma el vaso y que me hace ver que no estoy correctamente”. “No soy así, no quiero ser así y no quiero que ésta sea la imagen que pueda quedar de mí porque no es la verdadera. Por eso, prefiero descansar y relajarme”, matizó.

El ya exvicepresidente de Osasuna -tanto él como Sabalza confirmaron que el de ayer fue su último día oficial como directivo- indicó que había tenido dudas para animarse a participar en los próximos comicios, decisión que adoptó el pasado sábado y que el presidente hizo pública al término de las dos asambleas del domingo, pero admitió haberse equivocado. “Quizá me animé (a presentarse a las elecciones) engañado por la euforia que me producían los halagos -explicó-, pero la realidad es que vivo con los nervios a flor de piel y ayer (por el miércoles) me di cuenta de que todo este tema me está sobrepasando. En la vida hay que saber retirarse a tiempo. Es una decisión dolorosa y me voy triste, pero contento porque realmente necesitó descansar”, alegó.

“He trabajado muy duro estos meses por intentar cambiar las cosas y me he esforzado mucho en romper esa barrera que separa a los que estamos al frente del club con el resto de socios y en hacer de Osasuna un club mucho más cercano para todos. Me he vinculado mucho, quizá demasiado. He querido llegar a todo y a todos y está claro que me ha pasado factura. Lo siento, no puedo más”, dijo en su discurso inicial antes de contestar a las preguntas de los informadores, momento en el que destacó la parte positiva y negativa de su etapa de casi dos años como directivo de Osasuna.

Cuestionado sobre qué era lo que más le había molestado, contestó que “nada en particular y todo en general”. Y argumentó su respuesta: “La exposición pública es siempre complicada y hay que saberla llevar. Creo que soy una persona que intento explicar todo e intento convencer y, cuando lo das todo y ves que no convences, quizá sientes una cierta frustración y puede ser parte de lo que me ha llevado a este agotamiento. Cosas que he explicado muchas veces y que vuelven a aparecer, que las vuelvo a explicar y vuelven a aparecer. Pero el cansancio es personal y posiblemente otra personal lo soportaría mejor”.

En el otro lado de la balanza, Ramírez colocó los proyectos de los que se siente responsable y reconoció marcharse orgulloso “de todo”. “La apuesta del club por el fútbol femenino fue muy importante y está dando sus frutos”, detalló, sin olvidar otros asuntos como “Tajonar 2017, que para mí es la joya, un proyecto inacabado que hay que cuidar”. Y tampoco se olvidó de la iniciativa Osasuna Responde. “Ha abierto esa barrera que hace que muchos piensen que el club se maneja sin contar con nadie, y eso no es verdad. Hemos sido cercanos y hemos escuchado a los socios”, destacó, añadiendo también “la modernización tecnológica del club”.

Aunque Ramírez confirmó que no comparecerá a los comicios porque necesita reposo, brindó su colaboración a los que hasta ayer han sido sus compañeros de junta: “Necesito un poco de paz, pero ellos saben que tienen mi apoyo para lo que haga falta. Somos un grupo humano que hemos sabido trabajar bien y no siempre es fácil cuando las cosas van mal. Estoy orgulloso de lo que hemos hecho como equipo de trabajo y triste por lo que se ha hecho mal, pero es cierto que las personas tenemos esa virtud de podernos equivocar para luego aprender de nuestros errores. Y creo que poco a poco lo hemos ido haciendo y vamos mejorando”.

Sobre el futuro, Ramírez desveló que “volveré a ser un aficionado”. “Me apetece echarme un par de cervezas antes del partido y disfrutar del fútbol”, señaló en tono distendido, momento que aprovechó para confesar una anécdota que protagonizó durante el choque que el pasado domingo disputaron Osasuna y Sporting en El Sadar. “Cuando Aridane remató contra su propia portería, tuve que irme del campo. Es la prueba de que no estoy bien. Vivo cada gol como parte de un proyecto que es muy importante para Osasuna”, explicó. Para terminar, volvió a dirigirse a todos los asistente: “Quiero agradeceros haber podido disfrutar de este tiempo y espero que sigáis trabajando para que entre todos sigamos haciendo esto mejor de lo que es”.

En el día de ayer, en una cena de amigos, con el tema del fútbol como tema de conversación en la mesa, los reproches y las malas formas hicieron acto de presencia creando una situación que viví con mucho desagrado y en la que no supe estar a la altura de las circunstancias. Quizás esto pueda parecer un tema menor, pero para mí no lo es. Es la señal inequívoca de que estoy agotado. Yo no soy así. No me gusta ser así. No quiero ser así. Yo vine con la ilusión de poder cambiar cosas de mi club, no quiero que Osasuna acabe cambiándome a mí. He trabajado muy duro estos meses por intentar cambiar las cosas, me he esforzado mucho en romper esa barrera que separa a los que estamos al frente del club con el resto de socios y en hacer de Osasuna un club mucho más cercano para todos. Me he vinculado mucho, quizá demasiado. He querido llegar a todo y a todos y está claro que todo eso me ha pasado factura. Lo siento, no puedo más. Ya me costó tomar la decisión de seguir, porque me veía agotado, pero el cariño que recibí esos últimos días por parte de muchísima gente me animó a seguir, pero es evidente que me equivoqué. Dejo a grandes profesionales en el club, profesionales que me han acogido con mucho cariño y con los que he disfrutado trabajando y aprendiendo durante todo este tiempo y, por supuesto, a mis compañeros de viaje en todo este tiempo a los que solo les puedo dar las gracias por todo, gracias por darme la oportunidad de trabajar por Osasuna y gracias porque me han apoyado siempre en todo y en todo momento, trabajando siempre con honradez, humildad y mucho esfuerzo y cariño. Quiero daros las gracias también a todos vosotros, periodistas, socios y aficionados, por el trato que siempre me habéis dispensado. Siempre he intentado atenderos y explicaros las cosas lo mejor que he podido. Y por último pedir disculpas a todas las personas que habían confiado en mi para este nuevo proyecto. Espero que podáis entender que esta decisión es la de un hombre agotado, la de un hombre que necesita descansar y que necesita volver a disfrutar del fútbol otra vez. Aupa Osasuna. Gora Osasuna.