La dureza de Bolaño. El partido de ayer terminó con una trifulca derivada de la dureza excesiva con la que se empleó el central del Oviedo Bolaño, que además desquició con su provocadora actitud al término del encuentro a los jugadores de Osasuna y al propio entrenador del conjunto navarro, un Jagoba Arrasate al que, como demuestra la imagen, tuvieron que llevarse al vestuario porque quería acercarse hasta el futbolista del equipo asturiano. Aunque no existe un documento gráfico que lo atestigüe, Brandon acabó el partido con notables heridas en el cuello -el propio Bolaño le pisó en la primera mitad- y en el pecho, así como un intenso dolor en el hombro izquierdo. Foto: Agencia LOF