Pamplona - La espera se ha hecho eterna, pero ha llegado a su fin. El balón ha vuelto a rodar por el césped de Tajonar y Osasuna ha echado a andar envuelto en un ambiente lleno de ilusión, motivado, en gran medida, por el regreso del equipo a Primera División dos años después. La tesitura en la que se encuentra la institución rojilla es diferente con respecto al anterior regreso a la máxima categoría, en el que los recursos económicos fueron destinados, en su gran mayoría, a sanear las cuentas del club. En esta ocasión, Osasuna lleva ya invertidos 10 millones de euros en la confección de su plantilla.

Poco más de una treintena de días han transcurrido desde que Oier alzase al cielo de Pamplona el trofeo que acreditó al cuadro navarro como campeón de Segunda División. Osasuna cerró el último curso con unas sensaciones indescriptibles, al igual que inolvidables, y la falta de actividad deportiva en este último mes, lejos de enfriarlas, las ha sacado a relucir.

El jueves, las Instalaciones Deportivas de Tajonar abrieron las puertas y levantaron el telón a una nueva temporada, con el centenario de la entidad oteando en el horizonte, y una multitud de aficionados acudió a recibir al equipo. El idilio con la afición, perdido con Diego Martínez, comenzó a recuperarse con Jagoba Arrasate en la preparación veraniega del curso pasado, y en esta, por lo que se ha visto en las primeras sesiones de entrenamiento, todo indica que se va a fortalecer.

Ya desde el inicio del curso, el técnico vizcaíno ha apelado a esa unión con la grada, la cual hizo posible que el cuadro navarro sumase 19 encuentros ganados en El Sadar -17 de ellos de manera consecutiva- y concediera solamente dos empates, volviendo a dotar al feudo rojillo la etiqueta de fortín, que se había perdido en las últimas campañas.

Así las cosas, un mes después de finalizar su andadura en la categoría de plata, la parroquia rojilla tenía mono de volverse a encontrar con Osasuna y ver los primeros destellos de los nuevos jugadores rojillos, siendo Chimy Ávila, el jugador que más ha acaparado los focos, por delante, incluso de Rubén García, bastante aclamado por la parroquia rojilla desde que se confirmó su continuidad en la entidad rojilla.

El atacante argentino ya obtuvo un caluroso recibimiento el día de su presentación. Hay que retroceder hasta agosto de 2014, cuando el iraní Javad Nekounam regresó a la disciplina rojilla, para ver una presentación tan numerosa, aunque en aquella ocasión se celebró en El Sadar.

Aun así, habrá que esperar a la tercera semana de agosto para que dé comienzo la trigésimo octava andadura de Osasuna en Primera División. Hasta entonces, tanto Braulio como Jagoba tienen la tarea de terminar de confeccionar un puzzle al que todavía le faltan piezas. Entre medio, la entidad rojilla disputará siete encuentros amistosos que tendrán su colofón con el primer encuentro liguero en Butarque.

Después arrancará un camino de 40 semanas que dictará sentencia en El Sadar, donde Osasuna cerrará la campaña recibiendo al Mallorca, a priori rival directo por la permanencia en la categoría, aunque la afición, consciente de la complejidad de la misma, augura un buen final para los intereses rojillos.