Pamplona - La insistencia de algunos socios compromisarios de Osasuna para intentar acabar cuanto antes con la relación entre Osasuna y Kirolbet, casa de apuestas con la que el club navarro tiene un contrato de patrocinio hasta 2021, tuvo ayer un pequeño premio, ya que arrancó una promesa con matices del presidente de la entidad, Luis Sabalza: “Me comprometo a hablar con ellos y ver qué soluciones puede haber. Cuando sepamos cuánto nos puede costar, lo llevaremos a la asamblea, pero, si supone una cantidad excesiva de dinero, no podemos dejar que nos perjudique deportivamente”.

En este sentido, Sabalza quiso dejar claro, durante la asamblea -en sus explicaciones para los socios- y también al término de la misma -en sus declaraciones a los periodistas-, que se trata de un compromiso con muchas aristas: “Hay que negociar ese tema porque no hay una cantidad estipulada en el caso de que alguien rompa el contrato. Es verdad que podemos llegar a un acuerdo -con Kirolbet-, pero, si no llegamos, tendremos que ir al juzgado y no sabemos cuánto va a ser porque no hay una cantidad escrita”.

En este sentido, el presidente de Osasuna también explicó los motivos por los que retrasó su respuesta sobre las cuestiones referentes a Kirolbet al punto de ruegos y preguntas, en vez de contestar durante el debate sobre el presupuesto: “Las cosas hay que hacerlas bien y, si hay socios que creen que esa partida debe desaparecer del presupuesto, existen mecanismos en los estatutos para hacerlo a priori, pero no a posteriori. Lo que no puedo hacer jurídicamente como presidente es variar lo que ya he presentado”.