Las obras continúan en El Sadar y ayer empezó el derrumbe de las viejas escaleras, irregulares en algunas zonas, que ofrecían poca seguridad a los aficionados que acudían al campo. Las peligrosas escaleras son ya historia y la empresa ha comenzado los trabajos para construir las nuevas escaleras, que contarán con mejor superficie de apoyo para evitar accidentes y facilitar una circulación más cómoda de aficionados en el interior del estadio. En estas últimas semanas, los avances son significativos.