El Club Atlético Osasuna ha vuelto a disputar un partido en su estadio 101 días después bajo un ambiente completamente distinto al que están habituados sus jugadores normalmente. Cuánto han echado de menos los jugadores rojillos el calor de sus seguidores.

Las inmediaciones de El Sadar no han registrado gran cantidad de aficionados como es frecuente en días de partido importante como el de este miércoles ante el Atlético de Madrid.

El feudo rojillo echó de menos los cánticos con los que sus hinchas comienzan a calentar el ambiente antes todavía de que se abran las puertas y los posteriores durante los 90 minutos.

Apenas varios aficionados rojillos vieron el encuentro en el bar situado en el Navarra Arena para que los jugadores sintieran lo más cerca posible el aliento de una afición rojilla que no ha podido despedir, por el momento, al viejo Sadar.

El Chimy Ávila junto con Roncaglia, Kike Barja y Rober Ibáñez, presencian el partido en directo en una zona acotada para ellos. Dentro del estadio se han cumplido las medidas de seguridad a la llegada de ambos equipos antes de comenzar un encuentro que contará con tres de las cuatro gradas cubiertas con una lona con aficionados rojillos y el nuevo estadio como fondo.

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