Osasuna logró una victoria definitiva para confirmar la permanencia en Primera División que, aunque no se veía un objetivo difuminado en un mar de dificultades -el retorno a la competición tras el parón de todos modos no estaba ayudando- y, al contrario, se sentía muy próximo, recibió un empujón decisivo con los tres puntos obtenidos en Mendizorroza.

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En un partido pesado como el tiempo, calor a plomo sobre Vitoria, a Osasuna le salió el plan que no era otro que ganar. Se tratabade mejorar después de dos encuentros muy grises y no hay mejoría superior en el fútbol que la victoria. Frente a un rival que demostró que anda ahora con el paso cambiado, que no atraviesa un buen momento, el equipo rojillo hizo muchos trabajos en uno con el solitario gol de Lato.

Hirió a un rival directo como el Alavés, metió distancia impensable e insalvable con el descenso y, sobre todo, restauró la confianza para los encuentros que restan, que aún queda tela por cortar. El regreso de la Liga tras el parón se está atragantando a todos lo equipos y encarar lo que queda de campeonato con más dosis de confianza se antoja fundamental para recuperar chispa y animación en el juego. Con el abismo del descenso que ni se ve en la clasificación, el Osasuna ambicioso y trepidante debería hacer acto de presencia por los escenarios vacíos en los que debe jugar. El Osasuna con el objetivo cumplido deberá ser mejor.

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Alavés-Osasuna, en imágenes

Había una explícita voluntad en el conjunto navarro para darle la vuelta a su imagen confusa de los dos últimos encuentros. Incluso un autocrítica en voz alta del propio entrenador reclamándose ingenio y acierto en sus decisiones. Es decir, palabras graves para decir que el último camino emprendido -dos derrotas con pobre acto de presencia- no era el más adecuado.

Con quince jugadores nuevos entre las alineaciones titulares de los dos equipos, no había que escamotear el término revolución para designar lo que proponían los dos entrenadores. Fue una revolución con buenos modalesrevolución porque Osasuna y Alavés se mostraron poco acertados, aguerridos lo justo y con más ganas de conservar que de arrebatar, muy imprecisos todos.

El Alavés fue incisivo por el costado de Lucas Pérez, pero solo obtuvo un remate con peligro en los primeros cuarenta y cinco minutos, el que armó de cabeza Joselu ante la contemplación de Lato. El lateral valenciano estaba reservado ayer para empresas mayores y no tenían que ver con su misión principal en el flanco de la zaga. En Osasuna no hubo ocasiones y sólo la brega de Rubén García, que se tomó la animación de su equipo como algo personal, se salvó de un primer tiempo realmente gris. Quizás la reflexión feliz de los dos técnicos fue que, por lo menos, no perdían y que la victoria estaba igual de lejos, mucho, que tras el pitido inicial.

El Alavés, que no fue capaz de tirar entre los palos en todo el partido, soñó que tocaba el fondo de la red en una jugada de Lucas Pérez, clarísima para marcar, en la que tras colarse entre los centrales y llegar hasta Sergio Herrera, envió fuera. La estadística de sustos, que no sirve para ganar partidos, quedaba completada para los vitorianos.

Como en el primer tiempo, el encuentro siguió pesado e indigesto porque el juego y las ocasiones brillaban por su ausencia. La animación definitiva llegó después de una oportunidad compartida entre David García y Aridane, con remate final sin querer del canario que se marchó fuera muy poco. Estaba llegándose a la mitad del segundo tiempo cuando de la nada salió el gol.

Primero Oier templó un pase excelente sobre el área que se comieron los defensas, en el acomodo del balón Enric Gallego provocó el atropello de la pelota por parte de Ely, que la llevó hasta Lato. El lateral, de extremo en la acción, resolvió con la zurda por bajo. Fue el único disparo entre los tres palos de los dos equipos en los noventa minutos y el añadido. Un golpe letal, el salvoconducto para ganar entre dos equipos que se veían nada finos.

Osasuna jugó mejor después del gol, estuvo más tiempo en el terreno de su rival y no pasó apuros. La mala cara del Alavés salió a relucir entonces porque, exigido como estaba por el marcador en contra, no fue capaz de mostrar peligro, hacerse vertical o directo. El partido, de hecho, terminó junto al área de los alavesistas, con los rojillos mucho mejor. Sabiendo que el trabajo está hecho. Que Osasuna se queda en Primera.

Toni Lato no pudo reprimir las lágrimasToni Lato al final del encuentro. "Hay mucho trabajo detrás y al final lograr esto es increíble. Tenia ganas de poder ayudar. Quiero agradecer a mis compañeros lo bien que me han tratado desde que llegué". "Sabíamos que iba a ser un partido muy complicado y esta victoria tiene mucho mérito", ha manifestado. "El equipo se merecía los 38 puntos. Es gloria para nosotros y ahora a afrontar el resto de partidos igual".

- Ficha técnica:

0 - Deportivo Alavés: Pacheco; Ximo, Laguardia, Ely (Adrián Martín, min.78), Duarte; Borja Sainz (Édgar, min.78), Pina, Camarasa (Manu García, min.80), Rioja (Burke, min.72); Joselu y Lucas Pérez.

1 - Osasuna: Sergio Herrera, Nacho Vidal, D. García, Aridane, Lato; Roberto Torres, Oier, Moncayola (Brasanac min.80), Rubén García (Estupiñán, min.80); Enric Gallego y Arnáiz (Mérida, min.88).

Gol: 0-1, min.63: Lato.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonesto a los locales Ely (min. 61) y a los visitantes Oier (min. 38), Lato (min. 53) y David García (min. 85).

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima primera jornada de LaLiga Santander disputado sin espectadores en el estadio Mendizorroza. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos durante la pandemia y el saque de honor lo hizo un representante de los servicios sanitarios.