omo socios del Club Atlético Osasuna y candidatos no electos a las últimas elecciones a socios compromisarios celebradas el pasado domingo día 6 de diciembre, nos dirigimos a ustedes en su calisa de miembros de los órganos de gestión y/o control del Club Atlético Osasuna recogidos en los estatutos sociales de la entidad.

Como ya es de sobra conocido por todo el osasunismo y gran parte de la sociedad navarra, el último proceso electoral desarrollado en nuestro club no ha estado exento de polémica, en buena medida por la acción e intervención desarrolladas por la Junta Directiva, corroborada públicamente ante diversos medios de comunicación por el presidente, Luis Sabalza Iriarte.

La Asamblea General, tal y como se recoge en el artículo 20 de nuestros estatutos, es el órgano supremo del club, y su principal función debe ser la de controlar la gestión de la entidad realizada por la junta directiva. A nuestro entender, analizando los artículos 20 y 21 de los estatutos, todos los socios y socias que debidamente cumplan con los requisitos pautados en los citados artículos deben tener garantizado el derecho a formar parte de la Asamblea General en libertad e igualdad de condiciones. Así mismo, entre ninguna de las funciones y competencias del presidente o de la junta directiva recogidas en los artículos 38 y 42 de los estatutos se señala que entre las citadas funciones y competencias se incluya intervenir en el proceso electoral de elección de miembros de la Asamblea General, en favor de unos u otros candidatos o candidatas. Es más, si bien es cierto que esta intervención no se recoge como prohibida en los citados estatutos, en nuestra humilde opinión, cualquier acción de este tipo sería abiertamente contraria al espíritu no solo de los mismos, sino también contraria al espíritu fundacional de una entidad deportiva, propiedad de sus socios (no lo olvidemos), que cuenta con 100 años de historia y que responde a valores como la nobleza, la honradez, la responsabilidad y el respeto a la pluralidad de nuestra tierra. Valores por otro lado que deben ser asumidos de facto por todos aquellos integrantes de la misma.

Tras el polémico proceso electoral, miembros de la actual junta directiva, personal deportivo y no deportivo, miembros de la Comisión de Control Económico y distintas empresas vinculadas actualmente a la entidad, han resultado electas como miembros de la Asamblea General, gracias en buena parte también a la presunta acción e intervención de la junta directiva. Si bien esta elección puede llegar incluso a cumplir escrupulosamente con la legalidad vigente (otros estamentos deben ser los que disciernan sobre las vicisitudes legales del proceso electoral), la recién electa Asamblea General carece de la más mínima legitimidad, tanto por lo referido a la no garantía de la libertad e igualdad de condiciones de todos los candidatos y candidatas, como por la más que posible y evidente confrontación de intereses de varios de sus miembros electos.

Llegado a este punto, queremos hacer especial hincapié en la necesaria legitimidad que debe contar la Asamblea General en un Club como el nuestro. Tras tiempos oscuros por suerte dejados ya atrás, el órgano supremo de la entidad debe dar voz a todo el osasunismo, y de forma seria y responsable debe evaluar y fiscalizar de manera autónoma, libre, y si lo fuera necesario crítica, la gestión diaria realizada por la actual y las venideras juntas directivas. Y a nuestro modesto entender, una Asamblea General en la que una buena parte de sus componentes hans sido electos gracias en cierta medida a la intervención de la junta directiva actual, y en la que otra parte de sus componentes mantienen de forma simultánea relaciones profesionales, mercantiles o directivas con la entidad, no puede ser garante de ello.

Por todo lo expuesto anteriormente, les invitamos a realizar una reflexión sincera y honesta de todo lo acontecido alrededor del último proceso electoral, y en su calidad de miembros de los órganos de gestión y/o control del Club Atlético Osasuna recogidos en los estatutos sociales de la entidad, les solicitamos el desarrollo de cuantas acciones consideren oportunas con el fin de convocar un nuevo proceso electoral, que con todas las garantías pertinentes configure una Asamblea General respaldada por toda la legalidad y la legitimidad que el órgano requiere.

David Serrano Baztán. Socio número 5.736 Carlos Guzmán Pérez. Socio número 5.778