- Osasuna regresó ayer a los entrenamientos después de la victoria del sábado en Mendizorroza que le ha supuesto un salto en la clasificación y un espaldarazo a sus opciones de permanencia. En Tajonar volvió a sonar el estallido del cohete que se lanza cuando hay victoria del equipo. Un cohete que puede representar perfectamente la marcha del equipo, que se ha disparado.

La situación en la clasificación se traslada al ánimo de los futbolistas que ayer regresaron a los entrenamientos en Tajonar y lo hicieron evidenciado el buen ambiente que crea en la plantilla el trabajo bien hecho.

Los jugadores se ejercitaron desde las 11.00 horas en Tajonar, con sesión de recuperación para los que jugaron más minutos ante el Alavés y trabajo más intenso para el resto. Chimy Ávila hizo todo el entrenamiento con el segundo grupo dentro del plan que tiene programado en el que regula su carga de trabajo. Los lesionados, Iñaki Álvarez, Rubén Martínez, Roncaglia, se entrenaron por su cuenta de forma individual para continuar restableciéndose de sus respectivas lesiones, como también lo hizo Íñigo Pérez, que sigue un plan específico de trabajo para superar sus molestias en el pubis. Darko Brasanac continúa confinado en su domicilio tras haber tenido contacto hace unos días con un caso positivo de covid-19 en su entorno familiar. Los dos centrocampistas serán baja para esta cita.

La plantilla de Osasuna guarda descanso mañana y el martes regresa a los entrenamientos para preparar el partido del sábado ante el Barcelona. Los jugadores tendrán cuatro sesiones de entrenamiento antes de uno de los partidos del año.