A Osasuna le llegó uno de esos partidos que dejan mal cuerpo, pero que mejoran el temple cuando se mira el resultado final. En un encuentro con la derrota como desenlace más posible, por el desarrollo y número de ocasiones del rival, el equipo de Arrasate se quedó con un punto, resumen excelente de un encuentro aciago, con un discreto balance ofensivo pese a que los rojillos se hartaron de meter balones al área. La defensa del Valladolid demostró que anda en estado de gracia porque sacó todo lo que le llegó por ahí a la búsqueda de Calleri y Budimir, las dos torres que plantó Osasuna en el campo para olvidarse de trámites y merodear el gol.

A Osasuna, sin embargo, no le salieron sus planes ante el Valladolid y el encuentro, sin la llave del gol, se le fue amontonando y complicando, pasando de su ímpetu superior en la primera mitad, en la que fue el que buscó con más ahínco la portería rival, a verse superado progresivamente por juego y oportunidades del visitante. El Valladolid se marchó realmente contrariado de El Sadar porque disfrutó de ocasiones claras en la segunda mitad como para haber resuelto el partido, y no es momento de hacer regalos.

No se le podrá negar a Osasuna la ambición por llegar a la portería rival y de sostener la pugna en todo momento, pero ayer fue superado por un contricante que supo interpretar mejor el juego a partir de un sistema táctico idéntico, con dos delanteros de referencia en el ataque. Con un disparo entre los tres palos como único bagaje ofensivo -sin contar el gol anulado a Calleri porque la acción quedó fuera del cómputo del partido por eso-, Osasuna debe hacer la consabida lectura feliz que recuerda que cuando no se puede ganar, de lo que se trata es de no perder.

Osasuna hizo más que el Valladolid en el primer tiempo para cobrarse alguna renta en el marcador, pero la falta de chispa en los últimos metros, la conexión adecuada entre los jugadores en ataque, privó que hubiera botín alguno. Con dos delanteros y tipos con profundidad por las bandas, el equipo de Arrasate hizo un suministro de balones más que apreciable sobre el área. Especialmente activo en esa tarea estuvo Rubén García, que intentó buscar a los dos hombres de referencia, Calleri y Budimir, evidente incentivo para que se llegara a esa zona de la forma menos burocrática posible.

La jugada del primer tiempo, sin embargo, llegó por el lado derecho. Nacho Vidal fue esta vez el autor del centro y Calleri, por fin, encontró sitio y aire para embocar el balón entre los tres palos. El gol del argentino fue anulado por posición antirreglamentaria de Budimir. Fue lo único rescatable para lo dos equipos en una primera mitad muy densa, con presencia rapidísima en las postrimerías del área rival, pero poca luz en ese momento.

El que salió del atasco en el segundo tiempo fue el Valladolid. Hubo un asedio inicial de Osasuna que calentaba los recuerdos de otras tardes, a pleno pulmón el equipo volcado en el área rival. La acometida de los rojillos duró poco más de cinco minutos, cuando el equipo pucelano fue llevando el partido a su terreno. Las ocasiones para el Valladolid fueron firmadas por Óscar Plano y Orellana en cuatro minutos -del 16 al 20-, y si en la primera evitó el gol Sergio Herrera, en la segunda el atacante chileno no atinó entre los tres palos solo ante el meta rojillo. Roque Mesa sorprendió a todo el mundo con un disparo que se marchó junto a un poste y Orellana, mediado el segundo tiempo, continuó con el repertorio visitante con otro lanzamiento al infinito cuando se había plantado solo ante meta rojillo.

El partido había adquirido una pinta horrible para el equipo de Arrasate, que ya había intentado reanimar a los suyos con la entrada en el campo de Jony, Lucas Torró y Adrián. Entre éste último y Budimir surgió una acción de peligro que acabó marchándose fuera. A dos minutos del final, Roberto firmó una intervención ante un disparo de Manu Sánchez que se iba fuera, pero al que le metió una manopla de seguridad. Hubiese sido demasiada fortuna que en el descuento Budimir hubiera enviado a la portería un disparo tras un difícil control en el borde del área e intentona forzada. Era demasiado y ayer, como mucho, daba para un punto. Que también sirve y suma.

- Ficha técnica:

0 Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez; Kike Barja, Moncayola (Javi Martínez, m. 85), Darko (Torró, m. 70), Rubén García (Jony, m. 70); Calleri (Adrián, m. 77), Budimir.

0 Valladolid: Roberto; Janko, Joaquín, El Yamiq (Bruno, m.85), Olaza; Plano (Luis Pérez, m. 90+4), Mesa (Míchel, m. 79), Alcaraz, Orellana; Weissman (Kodro, m. 79), Guardiola.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité vasco), asistido por Díaz Pérez Del Palomar y Núñez Fernández. El colegiado vasco mostró amarilla a Barja y Moncayola por parte de Osasuna. Por parte del Valladolid amonestó con amarilla a Guardiola, Weissman y Joaquín.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio El Sadar.