Osasuna puso ayer fin a su sequía goleadora (no marcaba desde el 27 de febrero), pero también acabó con su racha sin encajar, que se quedó en 347 minutos por un autogol de David García (m. 70) que sirvió para que el Villarreal empatara un partido en el que Moncayola había adelantado a los rojillos (m. 64) y que luego resolvió Budimir (m. 74). El tanto no estuvo exento de polémica y suspense, porque David García desvió hacia su propia portería un pase de la muerte de Gerard Moreno, que recibió un balón en profundidad de Parejo en posición dudosa, aunque la revisión del VAR demostró que estaba habilitado por Manu Sánchez. En la imagen, David García y Sergio Herrera reclaman el fuera de juego.