- Además de por los goles de Moncayola y Budimir, y también por la soberbia actuación de Sergio Herrera, Osasuna pudo ganar ayer en La Cerámica gracias a la intervención del VAR en la primera parte. Y es que una revisión desde la sala de videoarbitraje sirvió para que el colegiado del encuentro, el jienense José Luis Munuera Montero, convirtiera en una falta al borde del área el penalti que había señalado inicialmente por un más que dudoso derribo de Nacho Vidal a Jaume Costa en el minuto 17.

Todo fue producto de una peligrosa acción de ataque del Villarreal, que comenzó con un mano a mano entre Moi Gómez y Sergio Herrera del que salió victorioso el guardameta del conjunto navarro. El despeje del portero de Osasuna lo aprovechó Alcácer para conectar un disparo que acabó en gol, pero que no subió al marcador porque el árbitro ya había señalado el presunto penalti de Vidal a Costa. Después de casi cuatro minutos de revisión, el árbitro cambió su decisión y la acción terminó con un lanzamiento de falta directa de Parejo que desvió con acierto Sergio Herrera.

El VAR también chequeó la jugada del autogol de David García por un posible fuera de juego de Gerard Moreno, pero la repetición televisiva demostró que Manu Sánchez le habilitaba por un escaso margen.