José Ángel Valdés, más conocido como ‘Cote’ dentro del mundo del fútbol, es hasta la fecha el último fichaje que ha hecho oficial Osasuna. El asturiano llega para competir con Juan Cruz por adueñarse del lateral izquierdo, ‘huérfano’ desde la marcha de Nacho Monreal y por el que han pasado más de una decena de jugadores en la última década -algunos como Clerc o Estupiñán mostraron un notable nivel-.

El lateral izquierdo de Osasuna carece de dueño desde que finalizara la temporada 2010/2011. El Málaga llamó a la puerta del canterano rojillo, por el que pagó seis millones de euros, y en la banda izquierda de El Sadar quedó un vacío que perdura hasta la actualidad.

La entidad rojilla salió al mercado en busca del sustituto de Monreal. Sin apenas protagonismo en el Hoffenheim alemán, Jukka Raitala -internacional en la presente Eurocopa con Finlandia- aterrizó en Pamplona con la difícil tarea de hacer olvidar al canterano. 17 intervenciones en Primera División le computan al jugador en las estadísticas, que al finalizar la campaña haría las maletas para poner rumbo al Heerenveen holandés.

El siguiente en llegar a la disciplina de Osasuna sería Nano, después de disputar 37 encuentros con el Numancia en Segunda División, pero tampoco se adueñó del carril zurdo, pues después de 18 partidos como jugador de Osasuna, el lateral cambió Pamplona por Vitoria para jugar en Segunda División con el Alavés.

Después de ascender a la máxima categoría con el Villarreal, Joan Oriol llegó a Osasuna en el tercer intento de la directiva en buscar reemplazo a Monreal, que por aquel entonces comenzaba a escribir su historia en el Arsenal inglés. Al igual que ocurriría en las dos temporadas anteriores, Joan Oriol no cumplió con las expectactivas y abandonó la entidad al concluir la temporada, con 11 encuentros ligueros disputados.

Laterales a pierna cambiada

Cabe destacar que durante estas tres temporadas posteriores a la era de Nacho Monreal en Osasuna, las piezas que funcionaban en el puzzle eran jugadores a pierna cambiada.

La figura de Damià Abella le funcionó a Mendilibar en el carril zurdo. El lateral catalán, que en contadas ocasiones intercambió la posición con Marc Bertrán, disputó casi un centenar de encuentros en sus últimas tres temporadas y resultó ser el hombre de confianza de Mendilibar, primero, y de Javi Gracia después. Sin embargo, con el descenso de Osasuna a Segunda División, Damià fue uno de los jugadores que abandonaron la disciplina rojilla, que se vio abocada a llevar a cabo una gran renovación de su plantilla, y en la que comenzaron a emerger brotes verdes del equipo que es hoy en día.

La aparición del carrilero

En aquel verano de 2014, y con temas extradeportivos asomando por el horizonte a Osasuna llegó Liassine Cadamuro para pelear por el carril izquierdo junto a Javier Flaño, que regresaba a casa seis campañas después.

La alternancia en los banquillos -empezó Urban, le siguió Mateo y acabó Martín- se trasladó al césped, donde en Osasuna comenzó a verse la figura del carrilero en ambos costados. Así las cosas, Cadamuro, que no cuajó buenas actuaciones -y en alguna de ellas quedó señalado- abandonó Osasuna con 15 encuentros disputados.

Lo que pareció funcionar, porque tuvo su continuidad la temporada siguiente, fue el sistema con el que Enrique Martín Monreal consiguió evitar la más que probable desaparición del club. Con tres centrales y dos jugadores en los carriles, el técnico de Campanas consiguió cortar la sangría de goles recibidos y encontró en Álex Berenguer y Javier Flaño sus hombres ideales para ese puesto.

Javi Flaño, en un partido con Osasuna. Foto: Antonio L. Juárez

Berenguer, de hecho, alternaría en la campaña siguiente, la 15/16, el puesto en el carril como en la delantera, al igual que Matej Pucko. Oier Sanjurjo y Aitor Buñuel también contaron con alguna aparición en el carril zurdo, también a pierna cambiada. Sin embargo, quien no consiguió cuajar en la plantilla fue Luis Martins. El portugués apenas contó con una decena de apariciones, y salió de Pamplona con un ascenso bajo el brazo.

Clerc, el primero en asentarse

Con el ascenso a Primera División llegaría a Pamplona Carlos Clerc, el que a la postre sería el primer lateral zurdo en asentarse en el puesto en más de una temporada. La primera campaña del catalán no fue sencilla, al igual que la del equipo, que acabó descendiendo a Segunda División apenas 38 jornadas después, de las que Clerc disputó 25.

Clerc, durante un lance en el partido contra el Málaga en La Rosaleda en la temporada 2018/19. Foto: C. Guerrero.

Llegó Diego Martínez al banquillo en la segunda revolución de la plantilla y el catalán fue uno de los fijos, participando en 31 de las 38 jornadas de la temporada. El técnico gallego no llegó a utilizar un sistema con carriles, pero sí empleó tres centrales en un 3-4-3. Kike Barja, que en alguna pretemporada rojilla había tenido minutos en el lateral, era su hombre de banda.

Arrasate y un perfil único

Osasuna inicia ahora su cuarta pretemporada desde que Jagoba Arrasate llegara en el verano de 2018 al banquillo rojillo y, desde entonces, el puesto del lateral izquierdo ha tenido un único perfil, propio de lo que se conoce hoy en día como un equipo de autor.

Arrasate buscaba un lateral con recorrido, capacidad de llegada al área rival y centrador, de manera que se convierte en un argumento ofensivo extra para hacer daño al rival. Clerc, al que le restaba un año de contrato, encajaba como anillo al dedo, y cuando finalizó su contrato, Osasuna salió al mercado para encontrar su reemplazo, una tarea a priori complicada por el buen nivel del catalán con el técnico vizcaíno, y porque el sustituto de casa, Endika, carecía de oportunidades y veía cómo Iñigo Pérez hacía de parche por delante.

Sin embargo, Pervis Estupiñán hizo olvidar a Carlos Clerc en una temporada en la que comenzó de menos a más. El ecuatoriano, que destacaba por ser un portento físico, presentaba lagunas defensivas que Arrasate se encargó de corregir con el transcurso de la temporada.

El Watford ejecutó la opción que tenía en el contrato de cesión del jugador para reclutarlo y, posteriormente, venderlo, debido al cartel que tenía por su buena temporada realizada en Pamplona.

Mientras tanto, Juan Cruz se convertía en el defensa con más asistencias en Segunda División y, por una cantidad menor a los tres millones de euros, se enroló en las filas de Osasuna. Su temporada, que fue de menos a más, se vio ensombrecida por el medio curso que realizó Manu Sánchez, que fue uno de los máximos asistentes de la plantilla. Ahora es el turno de Cote, que cumple plenamente con las características que requiere Arrasate, el encargado de adueñarse del carril zurdo de Osasuna.