El jugador de Osasuna, Jesús Areso, ha pasado por los micrófonos de Radio Tudela, donde ha hecho balance antes de recibir al Valencia, un rival "muy duro". El lateral cascantino se ha pronunciado sobre lo que le ha supuesto cambiar de aires, qué recuerdos tenía de su primera etapa en Tajonar y cómo afronta este segundo periplo -tiene contrato hasta 2026- con la camiseta rojilla.

Sobre sus años en la cantera del club navarro, que abandonó en 2017 rumbo a las categorías inferiores del Athletic de Bilbao, Areso ha reconocido que guarda "recuerdos muy bonitos. El más bonito fue el del último año en Juvenil División de Honor, que ganamos un trofeo que Osasuna llevaba una década sin ganarlo, luego ganamos la Copa del Rey, que no tuvimos mucha suerte, la Copa de Campeones también y son experiencias que a uno se le quedan en el recuerdo. También he tenido muy buenos entrenadores".

Cuatro años dan para muchos cambios y eso es lo que ha notado el navarro, que ha evidenciado un crecimiento en las instalaciones. "Cuando yo marché el club estaba pasando momentos difíciles que eso también tenía influencia en la cantera y ahora el cambio es muy diferente. Osasuna ha crecido como institución y ha invertido en la cantera", ha apuntado.

A pesar de pasar el último año en la grada, sin jugar, por decidir no renovar su relación con el Athletic, Areso ha admitido que "esos años me han servido como mejorar, tanto deportivamente como persona. Y también he tenido muy buenos entrenadores que me han ayudado a crecer. Y por esas personas estoy ahora donde estoy. Considero que soy un privilegiado porque son gente muy formada, que han vivido cosas que me quedan a mí por vivir", al tiempo que ha desvelado que Osasuna se puso en contacto con él "a mediados de enero" y que, desde ese momento, "no hice caso al resto de ofertas que tenía".

En cuanto al presente, el lateral se ha sincerado con uno de sus principales valedores, Jagoba Arrasate, quien "desde que llegué me ha ayudado porque sabía del año que venía y que venía sin ritmo. Cada día me hace mejorar y me estoy amoldando a su sistema de juego. Cada día me encuentro mejor", y ha señalado que el de Berriatua es un entrenador que "lleva al jugador al límite de su mejora, y eso es bueno para el equipo".

El de Cascante espera su turno a la sombra de un Nacho Vidal del que está encantado de tener como compañero porque "cada día intento aprender de él porque es un jugador formado, entiende lo que es Osasuna y es un espejo en el que mirarme", así como una pieza de un vestuario que le ha recibido "de manera excelente. No me imaginaba un recibimiento tan bueno de gente que un día ves en la televisión y al día siguiente compartes vestuario con ellos".