En la temporada 2018-19, el Deportivo Alavés registró la mejor primera vuelta de su historia en Primera División. Con el Pitu Abelardo a la cabeza, el conjunto babazorro sumó 38 puntos de ensueño y, durante varios meses, Mendizorroza vio a su equipo con muchas opciones de hacerse con una de las plazas que dan acceso a la Europa League. Sin embargo, un inexplicable bajón en la segunda mitad del curso, sobre todo a partir del mes de marzo, impidió que Vitoria-Gasteiz volviera a vibrar con el fútbol europeo. Uno de los futbolistas que formó parte de aquella gran plantilla es Darko Brasanac y, este sábado, el mediocentro serbio volverá a pisar el césped del Paseo de Cervantes, pero, en esta ocasión, con la camiseta de Osasuna -algo que también hizo hace dos campañas-.

Han sumado cinco puntos a su casillero en las primeras cuatro jornadas, ¿qué valoración hace de este inicio liguero?

-Creo que estamos haciendo muchas cosas bien. Es cierto que venimos de una dura derrota frente al Valencia, donde tuvimos todo en contra y cometimos errores poco habituales, pero los tres partidos anteriores los terminamos con muy buenas sensaciones -y mucha confianza-. Puedo decir, incluso, que merecimos sumar algún punto más contra el Espanyol y el Celta. Eso sí, nos faltó gol en esas dos citas.

¿Y cómo se ha visto en el plano individual?

-Me siento muy bien físicamente y creo, al igual que mis compañeros, en el trabajo que estamos haciendo. Es cierto que todavía tenemos aspectos que mejorar, pero, como digo, lo más importante es que todos remamos en el mismo sentido.

En referencia al tema físico del que ha hablado, supongo que lo más importante para usted es que todo siga así de bien para no tener que volver a pasar por una situación como la del curso anterior, en el que las lesiones le apartaron durante bastante tiempo de los terrenos de juego.

-Sin duda. Lo de la temporada pasada fue una odisea. Sobre todo, porque ninguna de esas lesiones dependió de mi trabajo. De todas formas, estoy tranquilo en ese sentido porque he trabajado para volver a tope y, además, el club ha demostrado en todo momento que confiaba en mi regreso.

Tuvo que pasar en apenas cinco meses por una luxación en el hombro y una rotura de peroné, ¿cómo manejó el temor a sumar un tercer percance casi consecutivo?

-Ese es un trabajo que nuestro cuerpo técnico hace muy bien. Antes de entrenar con el equipo o jugar un partido, te preparan individualmente para afrontar diferentes situaciones del juego que pueden asustarte (choques, caídas, entradas). De esta manera, uno ve que está bien, que no le va a pasar nada, y da el paso sin pensar demasiado.

La afición de Osasuna se volcó con usted desde el primer día. Tanto es así que, incluso, en las redes sociales se ha podido leer a muchos seguidores rojillos mencionándole con nombres vascos. ¿Qué significado ha tenido ese apoyo?

-(Ríe). Es interesante. Sinceramente, aquí he encontrado todo lo que quería. Necesitaba un traspaso después de mis cesiones en el Leganés y el Alavés y aquí, a parte de una gran afición que valora muchísimo nuestro trabajo, he encontrado un estilo de juego que me gusta y un vestuario en el que me siento muy cómodo.

¿No se sintió a gusto en Leganés y Vitoria?

-Sí, por supuesto. Sin embargo, necesitaba tranquilidad tanto para mí como para mi familia. No es nada fácil jugar en un equipo diferente cada temporada. Sobre todo, si tienes niños. Para ellos es muy importante no cambiar de casa y de colegio frecuentemente y eso, a través de cesiones, es imposible. Sin olvidar, asimismo, el hecho de no poder irse de vacaciones con la mente tranquila por no saber cuál va a ser tu futuro. Luego, deportivamente, creo que es obvio que uno tiene más capacidad de mejora cuando está varios años compartiendo vestuario con los mismos compañeros.

¿Cómo ha visto al Alavés en este arranque liguero?

-No ha tenido un buen inicio, pero esto acaba de empezar. No se pueden sacar conclusiones cuando únicamente se han jugado tres partidos y menos aún teniendo en cuenta lo complicado que es sumar en esta liga. Yo, sinceramente, ni siquiera he mirado la tabla porque es muy pronto y, como esto es fútbol, todo puede cambiar de la noche a la mañana.

Jagoba Arrasate les habrá explicado la importancia de no confiarse en Mendizorroza.

-Sí, cada día. Más aún, teniendo en cuenta que nosotros también pasamos por algo así hace no mucho. Además, creo que, a raíz de su mala racha, nos vamos a encontrar un Alavés más concentrado y motivado. A veces es mucho más difícil vencer a rivales con dinámicas negativas que positivas, pues cada futbolista pelea cada balón como si fuera el último. Va a ser, sin duda, un duelo muy complicado.

Ha mencionado el momento complicado por el que pasaron el curso pasado, ¿qué importancia tuvo entonces que el club confiara en la figura del entrenador?

-Esa decisión hizo que sacáramos todo adelante. En ese momento, aunque fuéramos colistas, el vestuario estaba al 100% con Jagoba y, cuando el director deportivo nos dijo que se iba a quedar "pasase lo que pasase", creo que todos nos vinimos arriba. Fue una señal de confianza hacia nuestro trabajo y, a partir de ahí, solo tuvimos que insistir.

¿Cuáles cree que son las claves para el derbi de este sábado?

-Lo bueno de Osasuna -y lo dije desde el primer día- es que compite y busca la victoria sin importar qué rival esté enfrente. Ahora bien, creo que lo más importante es no perder la confianza que hemos tenido en los primeros partidos y tener respuesta si el Alavés, que se juega mucho, se pone por delante en el marcador.

La esencia de estos choques entre albiazules y rojillos siempre ha sido la unión entre ambas aficiones. En ese sentido, ¿cómo ha vivido el regreso de sus seguidores a las gradas?

-Ha sido espectacular y ojalá pronto podamos disfrutar del campo lleno. Nosotros, por ejemplo, jugamos frente al Liverpool en pretemporada y fue muy emocionante ver Anfield a tope con toda la gente animando, de pie y sin mascarilla.

Finalmente, ¿guarda buen recuerdo de su etapa en el Alavés?

-Claro. Creo que jugué bastante y que el equipo lo hizo muy bien. No hay que olvidar que estuvimos casi 30 jornadas metidos en puestos europeos. Además, aún guardo relación con varios compañeros de aquel año. Me sentí muy bien allí.

Y después de una primera vuelta histórica como aquella, ¿qué pasó en la segunda? Porque llegaron a tener todo a favor para clasificarse a la 'Europa League'.

-No lo sé. Han pasado más de dos años y aún no hemos encontrado, porque lo he comentado varias veces con antiguos compañeros, una explicación para lo que sucedió. El vestuario estaba muy unido, confiábamos en el míster y mentalmente estábamos preparados para seguir con la buena dinámica. Si tuviera que señalar algo, creo que serían los empates en Mendizorroza ante el Leganés y el Real Valladolid. No ganar ahí, cuando pudimos haberlo hecho, nos afectó negativamente y luego siguió todo cuesta abajo.