Osasuna tiene motivos para sentirse dolido y cruelmente tratado por la fortuna del fútbol, porque un gol y una derrota en el tiempo de descuento -en el minuto 93- dan para eso y para tirarse de los pelos, pero tampoco puede agarrarse al infortunio como única explicación del partido y eludir la responsabilidad en su traspié en el campo del Getafe, ayer penúltimo clasificado y en plena crisis y hoy conjunto reactivado, pese a haber hecho muy poco. El conformismo de Osasuna, la ausencia del último paso para avanzar hacia la conquista del partido, la falta de ambición tuvieron mucho que ver en esta nueva jornada sin victoria, que suma y ya van nueve. Osasuna cayó ante el Getafe, un equipo que toma aire con este triunfo y sale de los puestos de descenso, pero que no dejó de ser un oponente ramplón, con pocos recursos y que demostró una única virtud. Fue casi en la última jugada del partido, en el minuto 93, cuando Darío mostró el suficiente empuje para rematar de cabeza sin oposición, desmontando la defensa rojilla. Determinación o necesidad, se puede llamar como se quiera pero fue virtud en el Getafe.

El equipo de Arrasate se quedó cortado cuando estaba subido en una ola positiva tras haber competido y demostrado virtudes en El Sadar ante el Barcelona y remontado en la Copa para clasificarse. Osasuna, que no sufrió en defensa pero completó un partido ofuscado en ataque frente al Getafe, ratificó ante el conjunto madrileño que atraviesa una crisis que va más allá de los resultados y estas nueve jornadas sin ganar. El equipo navarro trasmite que anda falto de confianza, que no acaba de encontrar las sendas en el último tercio del campo para llegar a la portería y que todo ello redunda en un juego precavido y a veces timorato, en el que se abraza el premio menor -el empate, como ocurrió frente al Levante- y que se elude la sobreexposición al riesgo. Osasuna se buscó ayer los problemas en que se metió.

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El conjunto navarro se queda a falta de un partido del final de la primera vuelta con un botín interesante de puntos en el casillero (22), pero dilapidando poco a poco distancias que antes parecían imposibles de despilfarrar -nunca se dejó de mirar las ventajas con la permanencia-. Vivir de las rentas se llama, pero este plan no aguanta siempre.

Antes de que el partido se desmoronara cruelmente en el tiempo de descuento, Osasuna venía haciendo un encuentro discreto, en absoluto controlado, tampoco sufriendo especialmente porque el rigor defensivo se estaba imponiendo al ímpetu azulón.

Pasando de dominador a dominado, el primer tiempo se ventiló sin excelencias de ningún tipo, sin ritmo y sin casi ocasiones. Osasuna sí acertó a embocar un balón entre los tres palos, por mediación de Rubén García, que hizo que David Soria debiera emplearse a fondo. Fue la oportunidad más clara de los primeros 45 minutos. Osasuna y Getafe se mostraron imprecisos, también sin capacidad o habilidad para herirse, con profusión de balones largos e imposición de los defensas sobre los atacantes. Al equipo de Arrasate le faltó conectar en los últimos metros y eso concluyó en una discreta producción ofensiva, situación calcada que vivió el conjunto local, un pelín más inquieto cuando tenía la pelota, pero en absoluto preciso.

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Imágenes del Getafe-Osasuna

No cambió mucho el escenario tras el paso por los vestuarios, a pesar de que la puesta en escena del equipo resultó esperanzadora con un disparo de Manu Sánchez que molestó al meta Soria, a pesar de que la trayectoria de la pelota indicaba que no se dirigía a la puerta. También Aleñá probó a Sergio Herrera a continuación para confirmar que el partido quedaba abierto, dispuesto para quien quisiera hincarle el diente a base de ambición y un poco más de criterio.

A pesar de hacer un futbol complicadísimo, a base de nudos entre jugadores y enredos de posición, con pases imposibles, combinaciones estériles e incomodidad manifiesta para abordar al contrario, Osasuna tuvo el resultado en su mano mediada la segunda parte. El Chimy, perdido siempre en la inmensidad del ataque, lanzó alto en una posición excelente desde dentro del área, y dos minutos más tarde, Kike Barja golpeó la pelota sin intención ni fuerza en otro remate sin oposición que fue un regalo para el portero. Un caótico Osasuna y un no menos alborotado Getafe llegaron al cuarto de hora final sin saber responder la pregunta acerca de quién se iba a atrever a ganar. El conjunto local empujó, cosa prevista, a base de centros y disparos desesperados. En el 93 llegó el último empujón, el que tumbó a un apocado equipo rojillo. Roto entonces.

Osasuna se marcha de vacaciones, pero se va al rincón de pensar.

Ficha técnica:

1 - Getafe: Soria; Damián, Djené, Mitrovic, Cuenca (Jankto, m. 73), Olivera; Maksimovic, Arambarri, Aleñá; Sandro (Poveda, m. 83) y Enes Ünal.

0 - Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Unai García, Juan Cruz, Manu Sánchez; Moncayola, Torró, Darko (Martínez, m. 83); Rubén García (Roberto Torres, m. 89), Kike Barja (Oier, m. 83) y Chimy Ávila (Barbero, m. 89).

Gol: 1-0, m.93: Poveda.

Árbitro: José Luis Munuera Montero (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Sandro (m. 26), Damián (m. 45) y Djené (m. 51) por parte del Getafe, y a Chimy Ávila (m. 72), de Osasuna.

Incidencias: partido correspondiente a la decimoctava jornada de LaLiga Santander disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante 8.126 espectadores.