Maitane Zalba, Vanessa Rodríguez, Mai Garde, Miriam Rivas, Iara Lacosta, Lorena Herrera, Patricia Zugasti y Josune Urdániz son las ocho únicas jugadoras de la primera plantilla de Osasuna que han defendido la camiseta rojilla en El Sadar. Otras como Celia Ochoa (Pradejón) o Leyre Fernández (Eibar) sufrieron como rivales, pues ambas salieron derrotas en sus correspondientes visitas. Ahora, las pupilas de Kakun Mainz reciben al Espanyol en el quinto partido de la historia rojilla en su feudo y buscan seguir haciendo pleno para recuperar el liderato y seguir soñando con esa Primera Iberdrola a la que tantas veces han llamado a la puerta y con la que no contaban a principio de curso, pero se han ganado el derecho a soñar con ella. El fútbol les debe un ascenso a la élite del fútbol femenino nacional y el primer paso está en ganar mañana.

Llega el líder a El Sadar: Una final anticipada

Osasuna va a vivir una final por el ascenso recibiendo al Espanyol en El Sadar, en un partido al que el Levante las Planas, tercer equipo clasificado con los mismos puntos que las rojillas, no perderá de vista. Las rojillas, por su parte, llegan al encuentro siendo el mejor equipo de la segunda vuelta, con 28 puntos en 12 jornadas disputadas, pero después de ceder el liderato ante el Espanyol precisamente, al empatar en Lezama en la última jornada. Sin embargo, esta situación ya la vivieron en 2019 cuando el Alavés visitaba El Sadar en primera posición. Las rojillas cumplieron, doblegaron a las vitorianas y se alzaron en lo más alto de la tabla.

"El equipo está con muchas ganas de que lleguen ya las doce y muy preparado. Estamos llegando muy bien a la recta final de la temporada y al final se van a juntar muchos factores, pero lo más importante es el partido. Somos conscientes de que ahora mismo lo importante es el equipo y estamos todas con el mismo objetivo que es ganar al Espanyol", comienza hablando la capitana, Mai Garde, que afronta sus últimas semanas como jugadora del equipo después de anunciar su retirada, un hecho en el que no piensa, porque, según ella, "yo también tengo la mente por y para el partido".

Vanessa Rodríguez, por su parte, apunta que "es una oportunidad que no podemos dejar escapar, ellas vienen de ganar, nosotras de empatar y sabemos que dependemos de nosotras mismas y es una final, porque nos quedarían dos partidos después" y Josune Urdániz, al respecto, avisa de que hay que tener un ojo puesto en el Levante. "Dependemos de nosotras y del gol average de Levante las Planas, que lo tenemos empatado y también tienen que jugar contra el Espanyol", menciona la defensa, que confía en que "ganando los tres partidos seremos las primeras".

Para Iara Lacosta, la primera jugadora en llegar a los 100 partidos disputados con Osasuna, en este tramo final de liga todo "son finales. El partido ante el Espanyol y los dos siguientes, que se van a decidir por detalles".

"Al final si pierdes este domingo se te escapa el Espanyol. No sería algo matemático, pero sí sería muy complicado, porque se te ponen a cinco puntos, así que hay que ir a por la victoria para seguir dependiendo de nosotras", sentencia la delantera Patricia Zugasti.

Es indudable tener en cuenta que la final ante el Espanyol les ha pillado a las jugadoras en un marco emocional marcado por la retirada de la capitana y el hecho de volver a jugar en El Sadar. "Es verdad que la despedida, la retirada de Mai nos ha hecho vivir momentos emotivos. Fue bonito, un poco agridulce, porque a parte de compañera, para mí es una amiga y el saber que ya no volveremos a compartir vestuario, aunque fuera seguiremos compartiendo momentos... Es verdad que el equipo se ha arropado mucho y al final ese tipo de situaciones nos hace estar unidas y no nos despista del objetivo, de lo que queremos conseguir y de la importancia del partido del domingo", se sincera Miriam Rivas.

Objetivo de llenar El Sadar. El récord: 10.250 espectadores.

Cuatro ocasiones ha disputado Osasuna un partido en El Sadar y, en las cuatro, la afición respondió. De hecho, la media de aficionados reunidos en el feudo rojillo es de 6.467 espectadores. El récord está en los 10.250 espectadores del día del Eibar (2019). Esa misma temporada se vieron 7.870 aficionados ante el Alavés y los 5.246 ante el Santa Teresa. Lejos quedaron los 2.500 con los que se estrenó el campo ante el Pradejón.

"Cuando nos dijeron que íbamos a volver a jugar bastantes nos emocionamos, porque es algo que ya hemos vivido, y con mucha emoción. A ver si aprovechamos la oportunidad en el escenario tan bonito que nos han puesto y a ver si conseguimos estos tres puntos para ponernos primeros y después a ver si podemos mantenerlo", comenta Maitane Zalba.

Urdániz, como buena zaguera, está al quite y plantea que las más de 8.000 entradas vendidas hasta la fecha han superado sus expectativas porque "sabiendo que jugaban el Promesas y el primer equipo, personalmente no pensaba que llegáramos a estas cifras, pero es un motivo para estar orgullosas y ojalá se vendan más antes del partido".

A Lorena Herrera le causó cierta "incertidumbre" saber la respuesta que iba a tener el público ante el anuncio de que el femenino iba a volver a jugar en El Sadar "pero la respuesta es muy positiva. Quedan días y es positivo que cuanta mas gente vaya mejor. Tenemos que pensar en el partido y todas las personas que vengan bienvenidas serán".

A Garde, por su parte, sentencia le parece "muy buena entrada. Se está dando un valor a nuestro equipo a la hora de poner un precio a la entrada, que también es importante porque hay que darle valor a todo lo que estamos consiguiendo en el mundo femenino, y para mí, espero que sean muchas más. Hay que ser conscientes de que muy pocas cosas a parte de Osasuna reúnen a tanta gente. Yo soy partidaria de que se cobre para que se vaya dando un poco de respeto al fútbol femenino, porque para nosotras es casi un trabajo y creo que le da un valor añadido".

"Yo no me querría ver en la piel del rival que viene a un Sadar que va a ser la caldera que es y por nervios nos puede pasar mala factura. A nosotras nos ha salido súper bien, ya sabemos hacer las cosas", afirma Rodríguez.

Sin embargo, se da la circunstancia de que El Sadar es, para el primer equipo femenino, un campo inexpugnable para los rivales. Las rojillas, que cuentan con cuatro victorias en los cuatro partidos que han jugado -7-0 vs Pradejón y 2-1 ante Eibar, Alavés y Santa Teresa- no ocultan que quieren la quinta victoria.

"Sí que es verdad que todos los partidos en El Sadar los contamos como victoria y eso viene por lo que te digo, la motivación que nos supone, la ilusión y lo especial que es para nosotras el jugar ahí y hemos respondido siempre. No es casualidad. Creo que el club también nos tiene presentes y sabe del trabajo que estamos haciendo, sabe lo que nos jugamos y sabe que nosotras siempre estamos encantadas de poder jugar en el estadio. Lo único que queremos conseguir es seguir contando los partidos jugados como victorias. El domingo intentaremos seguir en esa línea", apunta Rivas.

En esa misma línea se dirigen Zalba, que reitera que "son cuatro victorias y este domingo vamos a por la quinta. Estamos con muchas ganas de que llegue el día y afrontarlo de la mejor manera posible. Jugar en El Sadar le da un plus porque la mayoría somos de Navarra, de pequeñas hemos ido a El Sadar y verte en el campo de fútbol es un plus"; Zugasti, que resalta que "se ha notado mucho el apoyo del público en esos cuatro partidos y a intentar ir a por esa quinta victoria en el sadar, que este equipo se la merece. Jugar en el sadar es una motivación más, es increíble y ahora nos ha tocado en el reformado, que parece otro campo, y vamos con muchísima ilusión", o Lacosta, que no duda en señalar al 'culpable' de ello. "Creo que las cuatro veces que hemos ganado es también por el hecho de toda la afición que viene, toda esa motivación que tienes, y sabiendo lo que nos estamos jugando, creo que va a salir bien", continúa.

Un día para el recuerdo. Controlar los nervios y saber jugar con ello

Todas las jugadoras coinciden en una cosa: el día de jugar en El Sadar es un día para el recuerdo. Ellas, que han tenido la oportunidad de jugar, van a ser el espejo en el que se van a mirar sus compañeras, debutantes como locales y con una emoción propia de quien va a experimentarlo por primera vez.

En ese sentido, Miriam apunta que "al final, por la experiencia previa pruebe imponer, porque estamos acostumbradas a jugar en Tajonar con muchas menos personas. Puede parecer que impresiona y de hecho fue así para quienes lo hemos vivido, pero también considero que fuimos capaces de concentrarnos en lo que teníamos delante y el hecho de que hubiera tanta gente fue positivo, hubo más motivación que nervios".

Para la 7, lo fundamental es "mantener la calma, entiendo que haya nervios, mucha ilusión. Es cumplir un sueño para muchas, pero hay que mantener los pies en el suelo. Es un partido más, es importante conseguir la victoria y creo que van a sentir esa motivación extra por sentir el calor de tanta gente. Esos nervios son buenos, se convierten en energía para tirar al máximo".

Ese aspecto motivacional es clave para Maitane, que agrega que "le da un plus porque la mayoría somos de Navarra, de pequeñas hemos ido a El Sadar y verte en el campo de fútbol es un plus. Cada una lo lleva como puede y de la mejor manera que lo sepa llevar. Son nervios bonitos los de ese día, porque es un día para disfrutar".

Disfrutar es la palabra más repetida por todas, pero Iara admite que "también hasta las que jugamos estamos nerviosas. Tienen que disfrutar, tienen que ser ellas mismas, que no estén pendientes de la gente, y centrarnos en lo que tenemos que hacer, porque no deja de ser un partido más, que es súper especial, que puedes vivir una vez o más, que lo tienes que aprovechar. Esa es la clave, porque mucha gente querría estar donde estamos".

Patricia, uno de los pesos pesados del equipo, desvela que "les avisamos que en la semana, además de ser de nervios personales, se nos suele dar más bombo, la gente sabe que vas a jugar en El Sadar, te lo repite cada minuto, pero son los mismos nervios y la misma ilusión. Nos preguntan, pero al final nos vamos a dejar la piel y a las 14.00 el sueño de jugar en El Sadar se va a acabar y vamos a seguir a por lo siguiente, porque esta liga tampoco te deja parar y es algo que no se puede explicar, tienen que vivirlo".

Mai, por su parte, opta por decirles "que se tienen que centrar en lo deportivo y hacer el día lo más natural posible, y dejar los nervios a un lado.

Al final, después del partido se valorará dónde se ha jugado. Hay que tener la cabeza muy tranquila y disfrutarlo porque al final son momentos que se los van a llevar para siempre. Con tanta gente y tanto ruido no estábamos acostumbradas a no oírnos, entonces eso era algo súper atípico. Que entiendan que van a tener factores extraños, pero el partido son once contra once y que se centren en lo que tienen que hacer".

"Es un día especial, yo recuerdo que los días de Sadar tenia esos nervios, ese gusanillo en la tripa, pero las que ya hemos jugado vamos a tener esos nervios porque no te acostumbras, pero al final estando todas juntas lo afrontaremos bien y con el pitido inicial se irán los nervios", expone Lorena, mientras que Josune declara que "lógicamente venimos preparadas para ello y las que hemos jugado sabemos a lo que nos vamos a enfrentar. Yo al resto de compañeras les digo que se dejen llevar, que El Sadar te empuja y los nervios juegan a favor. Que va a ser muy bonito y todo va a ir a nuestro favor, pero luego el fútbol es un mundo y nunca se sabe lo que va a pasar, pero creo que jugando en El Sadar delante de nuestra afición y estando en lo anímico como estamos, creo que el partido es nuestros".