Rafael Sanjurjo, padre de Oier, ha querido estar presente en la despedida de su hijo de Osasuna, club en el que ha permanecido en su primer equipo en 15 temporadas, las 10 últimas de manera ininterrumpida cuando regresó de su cesión al Celta de Vigo, y después de acumular más de 350 partidos defendiendo la elástica navarra, y ha colgado en la grada de El Sadar las camisetas que su hijo se ha enfundado durante este tiempo.

El canterano ha hecho tanto de su polivalencia como de su implicación en el terreno de juego unas señas de identidad inequívocas que le han llevado a disputar más de 300 encuentros con la elástica. El futbolista estellés ha tenido sitio en los planes de todos los entrenadores del primer equipo, que han echado mano tanto de sus habilidades futbolísticas como por el empuje inequívoco que ha ejercido en todas sus apariciones.

Oier Sanjurjo Maté (25 de mayo de 1986; Estella, Navarra) es el primer capitán de Osasuna desde enero de 2019, cuando sucedió a Miguel Flaño. El centrocampista estellés llegó a la entidad rojilla en edad juvenil procedente del Club Deportivo Izarra, con el que consiguió el ascenso a División de Honor. Después de una temporada cedido en el Club Deportivo Burladés en Tercera División, debutó con el Promesas en la temporada 2005/06.

El 12 de diciembre de 2007 disputó su primer partido con el primer equipo de Osasuna. Fue en un encuentro de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Mallorca (2-0). Desde entonces, el jugador estellés ha defendido la elástica navarra de forma ininterrumpida a excepción de la temporada 2011/12, cuando fue cedido al Real Club Celta, al que ayudó a ascender a Primera División. Tras su estancia en Balaídos, se consagró como una pieza indiscutible dentro del equipo. Ha sido precisamente ante el Mallorca el equipo en el que el capitán ha puesto punto y final a su etapa en Osasuna.