La primera pregunta, muy directa. ¿Aihen Muñoz es navarro?

Sí. Yo siempre me he considerado navarro. Nací en Donostia porque mi familia es de aquí, pero pasé toda mi infancia en Etxauri y mis recuerdos más bonitos son de allí. Después, con trece años, fiché por la Real y me vine a vivir. Así que también tengo ese toque de donostiarra...

Y de txuri-urdin.

Eso me viene de nacimiento, de familia. La única camiseta que me compraban mis aitas era la de la Real.

No le costó impregnarse de los colores blanquiazules.

No. Y eso que, cuando adquirí verdadera consciencia de lo que pasaba en el fútbol, la Real estaba en Segunda División. De hecho, uno de mis primeros recuerdos txuri-urdin es el del ascenso, porque coincidió con las fiestas de mi pueblo.

¿Conserva a su cuadrilla de Etxauri?

Sí. Mis amigos son de allí.

¿Y cómo afrontan el partido del sábado?

Pues los hay de la Real, también de Osasuna... Pero tampoco te creas que existe mucho pique. Cada cual quiere que gane su equipo, y listo. Venimos hablando del partido durante estos últimos días, pero sobre todo en clave de quiénes irán al estadio, quiénes se quedarán en casa y ese tipo de cosas.

¿Para usted resulta especial medirse a Osasuna?

Claro, siempre lo ha sido, desde que jugaba en alevines e infantiles con el Ardoi. Y, lógicamente, continúa siéndolo ahora, a escasos días de un Real-Osasuna en Primera División.

¿Podrá jugar tras su lesión?

Sí. Yo estoy a disposición del míster, a tope y con ganas de volver a los terrenos de juego.

En abril de 2021, cuatro días después de la final de Copa, durante el derbi liguero de Anoeta sufrió una avería parecida.

Eso es. Sufrí la misma lesión de Vigo, pero entonces en la pierna izquierda, y ahora en la derecha.

Así que este octubre en Balaídos vio enseguida que su baja iba para largo.

Sí, sí, en el mismo campo escuché una especie de latigazo y supe de inmediato que la lesión era potente.

El Mundial de Catar le ha venido bien entonces.

Claro. He estado dos meses enteros de baja, pero en realidad solo me perdí cuatro semanas de competición. Es cierto que fue una época con muchos partidos, pero en una temporada con el calendario tradicional habría causado baja en más encuentros. Este último mes de Mundial me ha servido para avanzar con tranquilidad en mi recuperación, poco a poco (no jugó en los dos amistosos ni contra el Coria), y ya estoy a tope.

Ya van dos lesiones musculares en la zona de los aductores. ¿Le encuentran alguna explicación en Zubieta?

No, no. Trabajamos mucho la prevención y la recuperación, yo y todos. Y a partir de ahí... Es fútbol. No hay más. Se trata de un deporte cada vez más potente, más explosivo, más dinámico. Y a veces suceden estas cosas. Recuerdo que en aquel mismo partido contra el Celta las sensaciones estaban siendo buenísimas. Me encontraba súper bien a pesar del cabezazo que me había llevado en el primer minuto. Pero luego llegó esa jugada y me lesioné.

Jugar de lateral con Imanol es exigente...

De lateral y de cualquier cosa, porque el equipo presiona y aprieta muchísimo. Sí es cierto que durante los últimos meses, con el 4-4-2 en rombo, a los laterales nos toca a menudo ganar mucha altura para emparejarnos con el lateral rival en fase defensiva. Pero bueno, también hay partidos en los que este trabajo corresponde a los interiores. Sea como sea, todos nos preparamos aquí en Zubieta para poder recorrer muchos kilómetros durante los encuentros.

¿Nota algo más de exigencia en cuanto a despliegue con ese 4-4-2 que me citaba ahora?

Yo creo que a los laterales nos está tocando saltar más a menudo que antes, con el 4-3-3. Y es lógico, porque no tenemos extremos por delante.

¿Qué partido espera este sábado?

Buff. Osasuna, como nosotros, aprieta una barbaridad. Es un equipo que va a la presión, que trata de introducir los partidos en un contexto de duelos y de disputas, y que te crea peligro enseguida con una apertura a banda y un centro al área. Será difícil superarles, eso lo tenemos claro. Pero también sabemos que jugamos en nuestro estadio y que en el vestuario hay muchas ganas de celebrar una victoria.

¿Cómo han llevado este parón invernal tan extraño?

Yo, personalmente, tengo unas ganas de la hostia de volver a competir. Para mí este mes ha sido como una pretemporada de las de verano, como empezar otra vez desde cero, por lo que regresar al equipo me motiva una barbaridad. Y en lo colectivo, mientras, queda esa cosa de que la interrupción del Mundial nos pillara en un muy buen momento...

La situación resultaba y resulta perfecta, con tres frentes abiertos para lo que resta de temporada. ¿Cuál le hace más ilusión?

No tengo prioridades. Esa es la verdad. Todos sabemos bien lo que nos puede aportar la Copa del Rey. En la Europa League tenemos la idea de seguir superando eliminatorias, porque quizás sea el torneo en el que más nos ha costado durante estos últimos años. Y la Liga... ¿Sabes lo que pasa? Que en la Liga vamos terceros. Y entrar en la Champions sería la leche.

Para certificar objetivos, el oxígeno se antoja indispensable. ¿Ha venido bien contar con un único representante en Catar?

Cuando dieron las listas todos sentimos pena por determinados compañeros que se merecían haber ido al Mundial. Pero ahora, con el torneo ya finalizado, lo ves desde otra perspectiva y piensas que estas semanas les habrán venido bien para oxigenar las piernas.

Kubo en la Real y Abde y Budimir en Osasuna. A mundialistas, ganan 1-2.

Bueno, más allá de esto, Osasuna está completando una gran temporada. Solo tiene tres puntos menos que nosotros. Y, al margen de la actual campaña, también lleva tiempo haciendo muy bien las cosas, tanto en los despachos como en el terreno de juego y en su cantera. 

¿Ve similitudes entre su proyecto y el de la Real? Estadio reformado, buena gestión, ideas claras...

Sí. Hay puntos en común entre ambos clubes. Pamplona está aquí al lado, allí se respira el mismo ambiente en cuanto a afición y en cuanto a filosofía. Y a partir de ahí, repito que están gestionando muy bien toda la entidad. Esto les permite ir conformando plantillas cada vez mejores.

Abde, Chimy Ávila, Moi Gómez... Si juega, le puede tocar emparejarse con jugadores de perfiles muy distintos. ¿Con qué tipo de extremo sufre más?

No sabría contestarte con firmeza a esto. Pero yo creo que, para un lateral, lo más difícil es medirte al típico atacante que te encara de todas todas, que te busca siempre en el uno contra uno. También es cierto que, contra esta clase de extremos, generalmente he conseguido completar buenos partidos.

Aquí no sabemos qué tipo de futbolistas utilizará Jagoba en las bandas, pero él andará igual, por ejemplo, con el sistema de la Real.

Estamos recuperando a gente que andaba lesionada y el míster ha ganado en alternativas. Nuestro estilo y nuestra idea van a ser siempre los mismos, apretar arriba e intentar ser protagonistas con el balón. Pero esto se puede ejecutar de muchas formas distintas y a través de dibujos diferentes. Ya habéis visto qué es lo que hemos probado últimamente y el sábado veréis por qué se decanta Imanol para el partido contra Osasuna.