A Abde le cogió la matrícula el árbitro cuando para los quince minutos le había sacado una tarjeta amarilla por una acometida quizás excesiva sobre un defensa del Espanyol, el otro protagonista de la tarde, Pierre Gabriel. Era la segunda falta que Osasuna cometía en el partido y como venía firmada por el delantero, se antojó en apariencia un exceso.

Abde, que es el jugador más especial de la Liga por su modo particular de entender el fútbol, a la altura de otros para los que se pide casi protección y sobre todo respeto, caso de Vinicius, Dembélé y algún otro, le hizo unas cuantas diabluras a Pierre Gabriel, un poderoso lateral francés que debutaba en la Liga con el Espanyol –típico jugador que encaja en el perfil que le gusta a Diego Martínez, con mucho físico y recorrido por todo el carril–, y al final todo se fue enredando. Al espíritu juvenil y fogoso del marroquí de Osasuna, 21 años cumplidos en diciembre, le echaron gasolina todas esas faltitas que no se pitan, la severa persecución en cualquier lugar del campo. Si a ello se une que el fornido Pierre Gabriel para una vez que intenta explorar sus condiciones de extremo se las coagula el atacante rojillo en una perfecta aplicación como lateral –el francés se metió en el área de Osasuna y Abde fue más rápido y más listo para dejar sus intenciones en nada–, pues todo quedó preparado para la combustión.

Osasuna considera un exceso la expulsión del atacante rojillo y está estudiando recurrir la primera amarilla que vio el jugador. Abde fue amonestado, según Gil Manzano, por “derribar a un contrario en la disputa del balón de manera temeraria”, se relata en el acta por la entrada al siempre presente Pierre Gabriel.

En la segunda amarilla, de todos modos, Abde mantiene una actitud bastante menos beligerante que el otro expulsado, que llegó a ponerle la mano en el cuello cuando el futbolista de Osasuna abandonaba el lugar del barullo. En el club consideran que Gil Manzano no estuvo en absoluto acertado.

Los datos

Las tarjetas. Abde vio la primera amarilla en el minuto 15 por “derribar a un contrario en la disputa del balón, de manera temeraria”; y la segunda “discutir con un contrario sin llegar a insultos ni a la amenaza” en el minuto 49, en el tiempo de descuento de la primera parte, según reflejó el árbitro, Gil Manzano, en el acta.

Sanción. Si no prospera el recurso de Osasuna, el extremo se perderá el partido del domingo en Valladolid.