Osasuna se mostró muy superior al Celta en la primera parte, en la que dispuso de algunas ocasiones para marcar y reclamó un par de penaltis (uno de Gabri Veiga sobre Abde y otro de Unai Núñez sobre el Chimy Ávila), y en la segunda tuvo más problemas para contener los ataques del conjunto gallego. Sin embargo, los rojillos terminaron el partido encerrando al rival en su área y Pablo Ibáñez tuvo la victoria para el conjunto navarro en el minuto 89. El canterano remató en plancha una gran dejada de Kike García a centro de Moi Gómez, pero Iván Villar, portero del Celta, se estiró para enviar el balón a córner.