Abde

Según quien maneje los datos, Abde es el mejor regateador de la Liga por delante del brasileño del Real Madrid Vinicius, uno de los futbolistas de sensación del campeonato. Con datos para el debate o no, el hecho es que Abde se ha convertido en uno de los argumentos de peso de Osasuna para la final. El futbolista marroquí es uno de los jugadores más llamativos de la Liga porque sus condiciones le colocan en la pasarela de las estrellas.

No abundan los futbolistas que propongan el desborde como seña de identidad de su fútbol, y mucho menos que lleguen a esgrimir la condición de regateador de manera regular. Osasuna ha encontrado en Abde un buen recurso de primer nivel que ha respondido a las expectativas y que en esta final se presenta como uno de los protagonistas principales.

Abde ha jugado esta temporada 28 encuentros, 23 de Liga y cinco de Copa. Y suma cinco goles, tres en la Liga y dos de Copa. El atacante comienza a manejar un registro realizador interesante, toda vez que lo suyo es más facilitar balones a sus compañeros que remitirlos al fondo de la portería, pero todas sus dianas, por contra, han resultado decisivas. Marcó el gol que eliminó al Sevilla en la prórroga en El Sadar en los cuartos de final de la Copa (2-1); también liquidó al conjunto andaluz en la Liga con un tanto postrero (2-3); hizo el gol de la victoria en el partido de ida de semifinales frente al Athletic (1-0) y en El Sadar ante el Elche, firmó los dos goles de la remontada (2-1). No hay quien dé más si se trata de medir su protagonismo también en el gol. Su cesión a Osasuna tuvo que ver tanto con la habilidad del director deportivo para lograr su contratación, Braulio le ganó la mano a muchos, como por la oferta que se le planteaba aquí. Abde quería minutos para participar en la Primera División y, con ello, dar el salto al Mundial. De la mano de Arrasate le llegó el primer objetivo, jugar con asiduidad, que le llevó al otro, estar en Qatar. Además, la selección marroquí regresó de la cita mundialista como uno de los combinados de moda, con una evidente multiplicación del valor de todos sus jugadores.

El morbo del Barça

El hecho de que sea un futbolista del Barcelona, que regresará a la disciplina del primer equipo para que Xavi tome una decisión, le añade picante a este enfrentamiento con el Real Madrid. El propio entrenador azulgrana despejó unas cuantas dudas hace unas semanas cuando puso voz a las intenciones del Barcelona con el jugador. Abde regresará a final de temporada a la disciplina del primer equipo y, una vez allí, con la pretemporada y la definición de la plantilla por delante, se decidirá si tiene cabida en el proyecto del club en el curso próximo. Abde es un futbolista con cartel, con un indudable futuro por delante y con una notoriedad clara para la Premier, cuyos ojeadores ya han lanzado mensajes acerca de contar con sus servicios. Su cláusula de 200 millones de euros es un buen punto de arranque si se quiere negociar una transacción con un final ventajoso para un club que también está pensando en hacer caja para paliar sus problemas económicos.

Abde también sabe que en la evaluación continua que se sufre en un gran club, la final de Copa contra el Real Madrid en su condición de barcelonista tiene un valor importante, es un buen examen. Para Osasuna, también supone un buen empujón para sus pretensiones, entre otras cosas, porque de haber sido el Barcelona el finalista de la Copa hubiese tenido que pagar para su alineación. O no ponerlo. Y Abde está mejor en el campo, al lío. 

Vinicius

Hace un par de semanas, Carlos Carvalhal, el entrenador del Celta, dijo que Vinicius será el mejor jugador del mundo. No le puso fecha a la subida a los altares del brasileño, pero lanzó un piropo con el que el madridismo militante se sintió otra vez feliz. Pero quizás el mayor problema que se está generando con Vinicius es que con él se va demasiado rápido, se marcha a toda velocidad con un futbolista joven, un talento puro, olvidando que solo con regularidad excelsa se pasa a estar entre las estrellas.

Vinicius es uno de los argumentos principales del Real Madrid de Ancelotti y una de las armas principales con las que afrontar la final de Copa, dentro del arsenal de futbolistas con calidad con los que está construido uno de los grandes del fútbol mundial.

Como en el caso de Abde, Vinicius honra la figura del extremo. Con unas condiciones atléticas evidentes, el delantero brasileño es un buen ejemplo de futbolista poderoso y con calidad, capaz de recorrer decenas de metros con la pelota cosida al pie, como también lanzar algún regate en un palmo de terreno para quebrar a los defensas. Con estrépito o en silencio, montando una estampida o dando un picotazo, el repertorio del atacante del Real Madrid lo convierte en un tipo muy incómodo, incontrolable además por su constancia en el esfuerzo.

Vinicius lo juega casi todo en el Real Madrid y Ancelotti tira de su vitalidad casi juvenil para contar con él casi siempre, porque el físico le acompaña y su voracidad también le ayuda para estar siempre dispuesto para la pelea. El futbolista brasileño tiene una dura pugna con el gol, porque es un camino que debe explorar y mejorar para alcanzar la consideración de futurible estrella. Esta temporada las cosas han mejorado en este apartado y ya lleva 22 goles entre las cuatro competiciones: Liga (10), Champions League (6), Mundial de Clubes (3) y Copa del Rey (3). Sólo está por delante de él en el ránking goleador merengue Karim Benzemá.

Un retador nato

Vinicius es un problema para los rivales por su juego y un tipo con facilidad extrema para poner furioso a contrincantes, árbitros e hinchas contrarios. Al chaval nadie le ha explicado aún que todo lo que le pasa en el campo no puede ser falta, tarjeta o pena de extradición para los futbolistas del equipo rival y que sus aspavientos incontrolados menoscaban su imagen como gran futbolista, muchas veces colocada detrás de la de niño con pataletas. Para ser el mejor del mundo, hay que jugar más y enredar mucho menos. Michel, entrenador del Girona, hizo unas reflexiones interesantes sobre el jugador, eso sí, tras haber goleado al Real Madrid en el encuentro de Montilivi. “Cuando Vinicius vio la amarilla le dije a Arnau -el jugador que le marcaba- que no se iba a desconectar. No lo hace nunca, aunque puede que por su gestos parezca otra cosa, pero Vinicius sigue metido en el partido. No para de desafiarte, de lanzarse en carrera. No sé la cantidad de esfuerzos que puede hacer en un partido. Te obliga muchísimo durante todo el partido”, dijo el técnico. No hace falta que nadie le diga a Osasuna que tiene delante a un gran retador.

Vinicius juega por la izquierda pero le pega con la derecha y, por eso, en su estadística el mayor número de goles los firma con la diestra. También es el jugador al que más faltas se hace de la Liga, a una media de 3,9 por partido -3,7 según las estadísticas que se busquen-. Es decir, nada imprevisto para lo que a veces se vende como una auténtica carnicería con las piernas del muchachote.

Fichado con tan solo 16 años por 45 millones de euros -siguió dos años más cedido en su club, el Flamengo-, nadie le quita la razón al Real Madrid por el desembolso tan elevado que realizó y que ahora le ofrece goles, juego y futuro.

Los datos

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