El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, afirmó ayer que espera un “duelo muy físico, como siempre” frente al equipo navarro, un rival que “aprieta para no dejar espacios” y que propondrá “muchas segundas jugadas y centros laterales”.

Quique recela de “un equipo serio”, si bien no tiene “en mente otra cosa que no sea ganar” porque considera que el Sevilla debe “hacer valer la necesidad y el factor campo” en un encuentro que afronta “esperanzado tras competir bien el jueves” en el campo del Atlético en los cuartos de la Copa.

En conferencia de prensa, el técnico madrileño confirmó este sábado que el delantero dominicano Mariano Díaz “no irá convocado” porque “arrastra problemas físicos”, pues “en los entrenamientos tiene dificultades para moverse”, y añadió: “Dijo que no tenía buenas sensaciones y no se debe llevar convocado a un jugador que no esté al cien por cien”.

Sobre Hannibal Mejbri, mediapunta tunecino descartado de forma sorprendente para el jueves en la Copa tras debutar en Gerona, el preparador sevillista explicó que no viajó a Madrid porque quería “darle el espacio necesario para que sepa dónde está”, ya que considera que “desde fuera, ese periodo de aprendizaje le vendrá bien” y hoy “vuelve a la convocatoria”.

Quique recalcó que espera que Hannibal “sume mucho hasta el final de temporada”, pero le advirtió de que “ha aterrizado en un club de máxima exigencia y necesita ubicación”.

“A veces, eso se ve mejor desde fuera que desde dentro”, dijo un entrenador que anhela el regreso del lesionado extremo Lukebakio por ser un jugador que “vendrá bien porque elimina rivales”.

Quique Flores también se refirió a la polémica arbitral en el último partido de Copa, cuando se señaló un penalti luego anulado por el VAR. “Cuando el árbitro de abajo mande más que el árbitro de arriba, el fútbol volverá a tener un orden natural. Mientras no pase eso, habrá cosas extrañas”, sentenció el entrenador.