Los jugadores del primer equipo de Osasuna han completado este domingo por la mañana en las instalaciones de Tajonar su primer entrenamiento después de la victoria que consiguieron el sábado en Donostia contra la Real Sociedad (0-1), a la que no derrotaban a domicilio desde hacía casi 19 años. El buen ambiente ha presidido una sesión en la que los titulares han tenido una menor carga de trabajo que el resto de la plantilla, que se ha ejercitado con mayor exigencia, a excepción del lesionado Jose Arnaiz, la única baja con la que el conjunto navarro compareció en el Reale Arena.

De esta forma, Osasuna ha comenzado a preparar su próximo compromiso liguero, el que el próximo sábado le va a enfrentar con el Cádiz en El Sadar, duelo para el que, salvo contratiempos a lo largo de la semana, la única baja va a seguir siendo la de Arnaiz, que en la última acción del entrenamiento del pasado miércoles sufrió una lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha.

Aunque no mucho, sí que ha habido algo de público en un entrenamiento bastante distendido después de los tres puntos conquistados por Osasuna en Donostia, que le permiten llegar a los 29 y poner 12 de distancia con la zona de descenso a 14 jornadas para la conclusión del campeonato, por lo que una victoria el próximo sábado contra el Cádiz, el equipo que marca el descenso con 17 puntos, situaría a los rojillos muy cerca de permanencia matemática y sería prácticamente virtual, salvo descalabro monumental.