Rubén Peña está a un encuentro de igualar los 24 que disputó la pasada temporada, la de su debut en Osasuna. El futbolista abulense fue castigado por algunos problemas físicos el pasado curso que le impidieron tener incluso una continuidad mayor en los planes del entrenador. Pero el futbolista procedente del Villarreal hace dos temporadas, tras haber eclosionado en el Eibar con Mendilibar, es uno de los hombres de confianza de Arrasate. En sus 47 comparecencias como rojillo, en 37 oportunidades ha sido titular, lo que indica una adhesión casi plena a las prestaciones del futbolista. En el otro lado de la balanza de su presencia casi continua en los planes del técnico, sin embargo, está que raramente completa los noventa minutos. En cinco ocasiones lo hizo en la pasada temporada y en cuatro en ésta.

Si antes era Oier Sanjurjo, el histórico capitán de Osasuna, el que portaba magníficamente el título de comodín, en este curso le corresponde a Rubén Peña lucir tal condición -con permiso de Jon Moncayola, que también anda lo mismo de medio centro que de volante, y cae a una banda o se muestra de stopper de urgencia-. El partido del sábado pasado frente a la Real le descubrió en una posición nueva en su etapa como rojillo, ya que fue el otro delantero que acompañó a Budimir durante muchos minutos -los dos atacantes iniciales fueron relevados por Rubén García y Raúl García-. Las circunstancias -la lesión de Arnaiz, el traspaso del Chimy al Betis- han dejado a Osasuna con los recursos justos para varios compromisos, lo que le obligó a Arrasate a tirar de la polivalencia y también del historial del elegido. Hasta que llegó al Eibar, Rubén Peña se había desempeñado habitualmente como hombre de banda pero con misiones básicamente ofensivas. Quizás porque lo que se aprende en los primeros años no se olvida, casi nunca, el futbolista abulense anduvo suelto e incisivo, cosa en la que se mete con facilidad en cualquiera de sus demarcaciones.

Su primer partido oficial como rojillo, frente al Sevilla, lo hizo como lateral derecho en una defensa de cuatro hombres, pero desde entonces ha estado también en el lateral izquierdo, también en los dos flancos en una defensa de cinco hombres y en las dos bandas por delante de los laterales. Ante el Real Sociedad completó su dimensión de futbolista para todo con su andanza de delantero, en la que zumbó y picó, como le gusta a él.

Siguiendo su trayectoria, a nadie le puede sorprender su capacidad de adaptación, como ya advirtió Braulio en la valoración de su fichaje, hace año y medio. “Es un chico que juega de casi todo. De lateral derecho, de lateral izquierdo, de extremo e incluso de delantero y en todos los sitios cumple bien además. Además, tiene un perfil de velocidad y de la forma de entender el fútbol,... como ha estado jugando en el Eibar, ha estado con Mendilibar y eso será muy importante aquí”, dijo entonces el director deportivo de Osasuna.

El partido del sábado frente al Cádiz quizás acepte una nueva versión atacante del futbolista rojillo. Aunque ni se juega fuera de casa ni se enfrenta a un equipo con la hegemonía y el dominio como señas de identidad. En el entrenamiento de este martes, dejó su firma en dos goles.

El protagonista

Rubén Peña. Rubén Peña Jiménez nació el 18 de julio de 1991 en Ávila. Tiene 32 años. Mide 1,70 metros y pesa 65 kilos. Tras formarse en el equipo de su localidad, el Real Ávila CF, fue fichado por el Valladolid para su filial, si bien debutó en Primera con el conjunto pucelano ese mismo año. Su consolidación en la máxima categoría fue en el Eibar, con Mendilibar. El Villarreal pagó por él ocho millones de euros hace cinco años. Tiene contrato con Osasuna hasta junio de 2025 y una cláusula de rescisión de 15 millones de euros.