Osasuna publicó ayer en su página de Internet la auditoría de estados intermedios a 31 de diciembre de 2023, una información en la que destaca que la deuda neta del club ha subido casi 5,6 millones de euros en los últimos seis meses, pasando de 61.611.130,68 en junio de 2023 a 67.187.542,42 en diciembre del mismo año.

Osasuna alcanzó el ecuador de la temporada 2023-2024 con unas pérdidas de 1 millón de euros. En concreto, la auditoría de estados intermedios a 31 de diciembre de 2023 muestra unas pérdidas de 1.088.521 euros después de impuestos. El dato es algo mejor de lo previsto inicialmente, ya que en la última Asamblea Ordinaria se presentó un presupuesto con una previsión de 3,1 millones de euros de pérdidas al final del ejercicio, lo que, trasladado a diciembre, hubiese significado una pérdida de 1,55 millones de euros, por encima de lo que finalmente ha ocurrido, según ha destacado el club en una nota de prensa.

Aun así, el resultado no tiene en cuenta los movimientos realizados por el club durante el mercado de fichajes de invierno, en el que destaca la salida del Chimy Ávila por 4 millones de euros fijos y la de Adama Boiro por 2 millones. Estas ventas harán, con total seguridad, que el ejercicio 2023-2024 retorne en junio a la senda de los beneficios, poniendo fin a dos temporadas con números rojos (2021-2022 y 2022-2023) y recuperando la senda de ejercicios en positivo que ha supuesto unos beneficios totales de 25 millones durante los mandatos de Luis Sabalza, explica Osasuna en la nota.

Los ingresos, por el momento, siguen lo previsto por el club con 37,3 millones de cifra de negocio. Socios, TV y publicidad se están comportando de la manera prevista. A estos ingresos hay que añadir los extraordinarios por traspasos, lo que probablemente elevará la cifra por encima de los 80 millones de euros, nuevo récord, destaca el club, en la historia de la entidad.

En cuanto a los gastos, los de personal van un 2% por encima de lo previsto, pero las salidas de jugadores en enero permitirán cumplir las previsiones. Los gastos de explotación van un 7% por encima de lo previsto y amortizaciones y gastos financieros se ajustan a lo planeado.

EVOLUCIÓN DE LA DEUDA

La auditoría de diciembre destaca la mejora del fondo de maniobra en 7,3 millones de euros, aunque sigue siendo negativo, y sitúa la deuda neta de la entidad a 31 de diciembre de 2023 en 67,1 millones de euros, un dato que supone un incremento de 5,5 millones con respecto a los datos de junio de 2023. Esto es debido a que el club ha ingresado entre junio y diciembre 12,9 millones del Plan Impulso (CVC), lo cual incrementa la deuda a largo plazo. Al mismo tiempo que se ha producido ese aumento, el club ha ido reduciendo su endeudamiento a corto plazo con los bancos y con otras entidades en 7,4 millones, lo cual arroja ese balance de 5,5 millones más de deuda neta.

En cualquier caso, entre enero y junio no habrá nuevos cobros del Plan Impulso (CVC) y sí se seguirá reduciendo deuda bancaria según lo previsto, por lo que en junio se producirá un descenso de la deuda neta. En la temporada 2024-2025 el club recibirá los últimos 12,9 millones procedentes del Plan Impulso (CVC) entre julio y diciembre, que en su mayor parte se destinarán a la construcción de Tajonar, lo que volverá a elevar la deuda.

Así pues, lo más preocupante es que en Osasuna anuncian que la deuda volverá crecer la próxima temporada después de experimentar un descenso el próximo mes de junio:“En cualquier caso, entre enero y junio no habrá nuevos cobros del Plan Impulso (CVC) y sí se seguirá reduciendo deuda bancaria según lo previsto, por lo que en junio se producirá un descenso de la deuda neta. En la temporada 2024-2025 el club recibirá los últimos 12,9 millones procedentes del Plan Impulso (CVC) entre julio y diciembre, que en su mayor parte se destinarán a la construcción de Tajonar, lo que volverá a elevar la deuda”. Eso sí, el club no pudo, no supo o no quiso cuantificar cuánto volverá a crecer una deuda neta que en los últimos tiempos no para de aumentar peligrosamente.