Alejandro Catena es uno de los nombres de este inicio de temporada en Osasuna. El central ha dejado atrás su primera temporada para ser fundamental para Vicente Moreno.
El equipo se encuentra quinto, en muy buena situación, cualquiera lo hubiera firmado a principio de temporada, ¿no?
Cualquiera lo firmaría al principio, pero aún así es cierto que podemos mejorar sobre todo resultados fuera de casa. Yo creo que nos está exigiendo un poco eso, que tengamos mejores actuaciones lejos de El Sadar. Somos conscientes de ello, pero creo que todo el mundo, hasta el que nos está exigiendo que ganemos en Bernabéu (se ríe), firmaría en julio ir como vamos ahora mismo, así que buen inicio.
Además con un cambio de entrenador, que siempre esos cambios despiertan cierta incertidumbre.
Sí, era una situación que no iba a ser fácil para ningún entrenador sea Vicente o el que hubiese venido. Jagoba aquí dejó una huella muy muy grande y su sombra era muy alargada. Vicente su y su equipo técnico están consiguiendo, no que se olvide a Jagoba, que eso no tiene que pasar obviamente, pero sí que por lo menos, pues no se le eche de menos a nivel de resultados. Creo que eso era muy difícil y contábamos todos con que el equipo necesitaba un buen inicio para la estabilidad de todos: de jugadores, de cuerpo técnico, de afición... para que todos estuviésemos contentos, tranquilos y que fuésemos de la mano y eso es lo que ha conseguido el cuerpo técnico. Nos está dando esa tranquilidad que era difícil de encontrar después de un cambio tan grande, de tantos años
¿Qué ha cambiado en el día a día para vosotros?
Todos los entrenadores son diferentes. Lo que ha hecho bien el cuerpo técnico nuevo es que se ha adaptado bastante a lo que hay aquí, al vestuario, a nuestra rutina, un poco a nuestra manera de hacer las cosas. Se ha adaptado y eso es también explica un poco el éxito que estamos teniendo y que las cosas vayan bien. Ellos meten su rutina y su forma de trabajar, pero intentando adaptarse lo máximo posible a nosotros y a lo que veníamos haciendo. Esa es una de las claves.
¿Ya ha avanzado un tercio de la temporada, qué expectativas se puede tener con el equipo?
Tenemos que ser ambiciosos y no ser conformistas para nada, pero desde luego el objetivo tendría que ser lograr los puntos que matemáticamente nos aseguren la permanencia lo antes posible. Ojalá sea con esta dinámica que tenemos de resultados, porque llegaría pronto. A partir de ahí hay que ser ambicioso, sin conformismos y que luego la situación nos coloque donde nos merezcamos. Pero hay equipo, hay calidad, hay trabajo, hay cuerpo técnico. Está todo para que sea un año bueno y que podamos pelear por algo bonito. Ojalá.
¿Qué sensación les ha quedado tras el partido del Madrid?
Obviamente mala. Al final sabes que el Real Madrid te puede ganar en su campo y en el tuyo. Puede pasar, pero se juntaron dos cosas y una fue que nosotros no estuvimos al nivel que creo que tenemos que estar para sacar algo en el Bernabéu, que tienes que rozar la perfección. Y luego el Real Madrid quizás tuvo de las mejores actuaciones en las últimas semanas. Y cuando se juntan esas dos cosas, si tú no estás perfecto, es muy difícil sacar algo en el Bernabéu. Nos dejó mal sabor de boca. Nos podían haber ganado pero siendo un poco más nosotros mismos, mostrando un poco más lo que solemos hacer. Pero bueno, no fue así que se nos queda ese sabor de boca malo.
Además una semana extraña con todo lo ocurrido en Valencia, con Vicente y Rubén allí ayudando.
La situación no era la mejor, tampoco lo fue el partido anterior en casa, que justo ya había pasado la DANA en Valencia y estaba mucho más reciente. Es cierto que fue una semana atípica sin el míster hasta el último momento, con Rubén por allí y nosotros también pendientes de todo lo que estaba pasando. Creo que todos los equipos han estado así o la mayoría seguramente. Somos humanos y nos preocupamos por lo que ocurre a nuestro alrededor. Pero bueno, no es excusa, no estuvimos bien y ya está.
Usted fue uno de los que expresó en redes sociales que no se tenía que haber jugado ese fin de semana...
Creo que lo que pasó en Valencia era suficientemente importante como para que el foco no se desviase aunque fuese por un fin de semana y no estuviese en nosotros. Entiendo que sí, que el fútbol sirve también para que la gente desconecte un poco durante 90 minutos y a lo mejor se olvide de que está sufriendo esa tensión. Pero yo creo que el fin de semana ese, tanto por respeto a la gente que estaba desaparecida, a los familiares, los que lo estaban pasando mal, como nuestro cuerpo técnico que tiene familia allí y que tenían que estar pensando en un partido que no era lo más importante para ellos. Pero bueno, ya está, se jugó nosotros al final tampoco podemos hacer mucho pero éramos muchos los que pensábamos que no se tenía haber jugado.
Volviendo un poco al tema que ha comentado antes. ¿Por qué el equipo está siendo tan diferente en casa y fuera?
Obviamente todos somos conscientes de el factor que es El Sadar. La afición, que aprieta tanto, que hace un partido muy incómodo para los rivales. Y nosotros nos contagiamos de eso e intentamos que sea recíproco. Eso nos suma mucho. Fuera de casa se han dado partidos como el del Bernabéu o el de Girona que creo que son atípicos o que no es lo que tenemos que mostrar. No es nuestra versión, no es algo que creo que se vayan a ver a menudo durante la Liga. Hemos ganado contra la Real, empatado en Valencia...en Vallecas tuvimos la segunda parte que se nos fue el partido. Pero tenemos que mejorar esa faceta, aunque también hay que ser conscientes de que no ha sido todo lo malo que se pinta. Lo que no podemos es comparar resultados con los de casa, porque en El Sadar estamos sacando una barbaridad de puntos, entonces parece que desmerece lo de fuera.
“Soy un privilegiado por estar jugando y no puedo bajar el ritmo ya que mis compañeros nos obligan a dar un punto más cada día”
Habla de la afición, pero usted viene de Vallecas, que también es otro campo caliente...
Es similar. Yo aquí vine con el Rayo y noté que era un campo muy difícil, que te agobia cuando eres rival. Si además el equipo acompaña en su manera de jugar, para el rival es muy difícil, no te deja tiempo para pensar, es complicado. Vallecas es similar pero el campo es más abierto, quizá la acústica es diferente. Lo que es parecido es ese ambiente de estar animando todo el partido, de ir con tu equipo pese a que vayan perdiendo, pese a que jueguen mal. Luego también una cosa que se nota mucho es que son campos que ayudan mucho a un jugador cuando falla, le ayuda mucho y eso el rival lo nota y le hace estar un punto más atenazado de lo normal.
Hasta hace pocos días eran el único equipo que había ganado al Barcelona, ¿eso lo comentaban en el vestuarios?
Como algo anecdótico, al final sí que es cierto que según iban pasando las semana ponía más en valor aún aquella victoria. Ese día estuvimos realmente bien. Ellos quizá no estuvieron al nivel que venían estando, pero tampoco es que estuviesen mal, pero es un poco el reflejo de lo que es este campo, que es tan complicado que hasta los rivales que están acostumbrados a situaciones de máxima exigencia les cuesta y se les hace difícil.
Pasando más al plano individual, cómo se encuentra ahora mismo.
Contento, muy contento. Me noto con confianza, estabilidad y estoy jugando mucho. Al final es lo que queremos todos. Por esa parte me siento un privilegiado. Yo me noto mejor. Al final creo que influye todo. Esa confianza que decía ahora mismo, pero también me estoy encontrando cómodo con lo que me pide el míster. Además, he ido superando fases. Hay momentos mejores y peores, unos momentos duran más otros duran menos, pero creo que es todo parte de un proceso. Ojalá fuese todo lineal pero no es así y hay que ir superando esas fases. El año pasado no estuve al nivel que yo quería estar y eso generó frustración o decepción, ya no solo en la afición, sino en mí también y al final soy el primero que quiero rendir bien, que quiero ayudar al equipo. Lo quiero hacer por la afición, pero sobre todo por mí, no soy tonto. Quiero estar bien, disfrutar con lo que hago, llegar a casa y sentirme realizado y decir hoy podría haberlo hecho mejor, pero lo he hecho bien, estoy contento, orgulloso de lo que he hecho. Es parte del proceso. El año pasado me sirvió para ver que las cosas no son fáciles, que hay que pelear y trabajarlas. No puedes dar nada por sentado y este año creo que estoy disfrutando más
La salida de David ha hecho que cambies de pareja de centrales, ¿influye mucho en tu juego?
Sí, influye obviamente, pero ya no solo con el central, que influye mucho con la pareja con la que juegues, sino con el lateral de tu lado, con el portero, con el pivote que tengas delante... Tienes que compenetrarte y saber si tu lateral o el central con el que juegas actúa de una manera para anticipar una jugada, puedes ayudarle igual que si ellos te conocen a ti y estás en consonancia, pues sabrán. Todos tenemos ciertos puntos fuertes y ciertas debilidades y es importante que las conozcamos entre nosotros. Ya estamos más o menos teniendo esa consonancia entre todos sí.
“Me gustaría que jugásemos Europa, pero de verdad, no como la temporada pasada que no pudimos ni saborearla”
Es una de las cosas que sorprende, parece que se conoce con Boyomo de toda la vida...
Enzo entró muy bien, creo que hasta marcó gol, pero ya antes de que llegase me estaba entendiendo muy bien con Jorge (Herrando). Al igual que con Enzo desde que llegó. Es básico, el entenderte bien y ayuda a que todo funcione mejor.
Sois cuatro centrales muy diferentes...
Esto es máximo nivel y la competencia es muy alta, porque tanto Unai como Jorge han demostrado que cuando tienen que jugar están a buen nivel, lo pueden hacer y rinden bien. Eso hace que los que ahora estamos jugando tengamos que apretar y no bajar la intensidad. Eso se nota en el día a día y creo que somos una plantilla que los que jugamos nos consideramos que somos muy afortunados, porque los que no juegan tantos minutos entrenan muy bien, tienen buena actitud, aprietan como los que más, hacen que los entrenamientos salgan adelante y a los que estamos jugando más nos obliga a dar un poco más porque el que viene por detrás quiere jugar y nosotros somos unos privilegiados.
¿Estamos ante el mejor Catena por lo menos de su época rojilla?
Yo creo que sí, al menos es cuando me estoy encontrando mejor, más cómodo, más reconocible con lo que creo que yo soy. Pero mi idea es seguir mejorando y ayudar al equipo lo máximo posible porque, como dije cuando fiché por Osasuna, no creo haber tocado techo y que creo que tengo muchas cosas que mejorar y puedo dar un nivel mejor del que tenía en el Rayo. Ahora lo pienso también. Creo que estoy a un nivel mejor que la temporada pasada, pero tengo que seguir trabajando y mejorando mucho porque creo quetengo mejor nivel y quiero alcanzarlo.
¿Cuáles son sus objetivos individuales?
Hace poco en una entrevista decía que al final creo que todos tenemos que tener objetivos racionales, con los pies en la tierra, pero de fondo muchos tenemos el objetivo de ser seleccionados con la absoluta. Es muy difícil, hay mucho nivel, es complicado, pero te mantiene un poco también con con esa ambición. Te mantiene siempre empujando más hacia delante y llevándote a dar más para un día, pues poder estar disponible. Luego no vas, no pasa nada, que es lo más normal, que hay muchos que son muy buenos, pero a ti te habrá servido para ir más allá en tu rendimiento. Luego, a nivel personal, obviamente jugar los máximos partidos posibles para ayudar al equipo en lograr los objetivos grupales. Estar disponible a buen nivel para ayudar al equipo lo máximo. Mis otros objetivos son colectivos. Por ejemplo me encantaría vivir una final de Copa como la que me habla todo el mundo con los ojos encendidos. También quiero jugar en Europa, pero de verdad, no una previa. Es una ilusión que nos mueve mucho tanto. La temporada pasada quedarnos fuera tan pronto fue un chasco el triple de grande por toda la ilusión. A mí estas cosas son las que al final me mueven más que los objetivos individuales.
“No es justo comparar los resultados de casa con los de fuera; El Sadar nos apoya muchísimo y eso atenaza a los rivales”
Volviendo al año pasado, cuando se anuncia su fichaje se despertó una ilusión tremenda, ¿cómo gestiona eso a nivel mental?
Es un arma de doble filo, quizá en mi caso terminó saliendo mal digamos porque no tuve el rendimiento que la afición esperaba o que yo mismo quería dar. Entonces toda esa ilusión todas esas expectativas se volvieron en contra. No cambiaría nada. Ojalá llegar a un sitio y que la gente tenga tantas ganas y te reciba como a mí me recibieron. Eso significa que reconocen lo que has estado haciendo en el en el equipo anterior y, sobre todo, que te quieren aquí. Es importante ir a un sitio donde te quieran. No cambiaría nada aunque según fue pasando la temporada y yo no estaba al nivel que la gente esperaba todas esas expectativas se volvieron un poco lo contrario. Es normal. Yo fui el primero que en ciertos momentos me frustré y quería que la afición viese que yo no era eso. Pero bueno, al final es parte del proceso y como te digo el recuerdo que me queda es el cariño que me ha mostrado siempre la afición. Un cariño increíble.
Hablaba antes de las relaciones en el campo, ¿qué significa tener un portero como Sergio detrás?
Es positivo. Primero porque es muy buen portero y luego porque tener un tío con ese carácter es muy positivo. Yo prefiero un portero que sea así de vivo para lo bueno y para lo malo que quizá uno que no te hable. A Sergio hay que entenderlo, que lo mismo en una jugada como tú dices te choca con el pecho que te pasa corriendo al lado y parece que te va a doblar por la banda. Pero yo con él cuadro bien porque soy un jugador más tranquilo y a veces la calma que a él le falta la pongo yo y otras veces al contrario y viene y me da con el pecho y me activa. Nos entendemos bien. Conocemos perfectamente a Sergio y es una maravilla tener un portero como él.