Homenaje sin jugar a Unai García

El de este domingo fue el último partido de Unai García en El Sadar, pues al central de Eskirotz se le acaba el contrato con Osasuna este próximo mes de junio y el club en el que ha pasado 25 de sus 33 años de vida no se lo va a renovar. El navarro no se pudo despedir de la hinchada jugando, aunque era algo que entraba en los planes de su entrenador, un Vicente Moreno que, como reveló el futbolista en zona mixta, le pidió disculpas porque la lesión de Kike Barja desmontó lo que había programado el cuerpo técnico. “Le he dicho que no se preocupe porque entiendo que nos estamos jugando mucho, la ventaja era mínima y no era momento de regalar minutos".

Charla a sus compañeros

Lo que sí le regaló el técnico a Unai García fue la posibilidad de dar la charla a sus compañeros en el hotel antes de salir rumbo al estadio. “Me ha hecho una pequeña encerrona sin avisar y me ha hecho decir unas palabrillas”, explicó el capitán de Osasuna, que también desveló el mensaje que transmitió a la plantilla: “Les he dicho que, si no nos jugáramos nada, les pediría que hicieran todo por ganar para que mi último día en casa fuera bonito, pero también les he dicho que no hacía falta pedirlo porque hay mucho en juego y que, si yo tengo ilusión por entrar en Europa sabiendo que no voy a ir, ellos tienen que tener mucha más y que se notara en el campo”.

Osasuna derrotó al Espanyol (2-0) y sigue con opciones de clasificarse para una competición europea. Tras la victoria, club y afición homenajearon a Unai García. El central de Eskirotz recibió cánticos durante toda la tarde y también un puñado de regalos. De manos del presidente de la entidad, Luis Sabalza, una réplica de la escultura Sentimiento-Sentimendua, mientras que los excapitantes Oier Sanjurjo y Roberto Torres le entregaron una foto con tres imágenes de Unai como rojillo con diferentes edades. La sorpresa fue la aparición de su hermano, Imanol García, con un ramo de flores.

Despedida de la grada

Para terminar tuvo que agarrar el micrófono y despedirse de la grada: “Me voy feliz. He tenido una trayectoria que nunca hubiera pensado. Nos dais la vida, lo que haceis no pasa en otros lados, no cambiéis. Os echaré mucho de menos. Eskerrik asko y aupa Osasuna”.

Después le mantearon sus compañeros y se despidió de la plantilla al completo, del cuerpo técnico, de la directiva, de los empleados del club. Entre todos le hicieron un pasillo rumbo a la zona mixta, donde atendió a los periodistas, una de las cosas que peor ha llevado en su etapa como profesional. “No cambiaría nada de lo que he vivido”, reconoció Unai, que sólo tiene un deseo para el último partido: ganar, que no lo hagan Rayo o Celta y que Osasuna vaya a Europa.