Los protagonistas del ascenso de Osasuna ante el Recreativo de Huelva, 25 años después

Hoy, hace 25 años, El Sadar vivió uno de los partidos más recordados en la historia de Osasuna. El club rojillo vencía al Recreativo de Huelva por 2-1 y conseguía así el ascenso directo a Primera División. Un partido que no fue sencillo, ni mucho menos, ya que el equipo onubense, que tenía opciones de salvar la categoría, se adelantó en los primeros minutos de partido.

Sin embargo, Osasuna consiguió remontar en el segundo tiempo con goles de Pablo Orbaiz –de penalti– y Miroslav Trzeciak.

Miguel Ángel Lotina: "Aquel era un equipo con carácter y difícil de ganar"

Miguel Ángel Lotina fue el capitán que dirigió aquel barco con rumbo a la máxima categoría del fútbol español. Ahora, con 67 años, el ex entrenador de Osasuna tiene otra vida, aunque sigue sin separarse del fútbol por completo. “Ver fútbol y jugar al pádel, no hago otra cosa ahora mismo”, explica.

Sin embargo, Lotina no olvida aquel ascenso hace 25 años: “Recuerdo sobre todo la celebración, que salió toda la gente al campo y luego la llegada a la Plaza del Castillo”. Aunque, sobre el partido, confiesa que “empezamos con muchos nervios, el Recre tenía posibilidades de salvarse, aunque era difícil pero se agarraban a ello. En el segundo tiempo fuimos más nosotros, achuchamos bastante y vino el penalti, luego nos anularon un gol y terminó marcando Trzeciak”.

“Recuerdo celebrarlo en el banquillo, el abrazo con Ángel Martín y con los empleados del club que estaban en la entrada a vestuarios, fue muy bonito”, añade. Pero antes de la celebración, Osasuna tuvo que sufrir, ya que el cuadro de Huelva se adelantó en el marcador. Lotina, al descanso, les mandó un mensaje claro a sus jugadores y terminó funcionando: “Al descanso les dije que teníamos que ser más dañinos en área contraria, que teníamos que tirar más y crear ocasiones”.

Sobre aquella plantilla que subió a Primera División, Lotina recuerda que “el equipo tenía ese carácter navarro porque teníamos muchos jugadores de la tierra, pero con balón también jugábamos bien”. “Yo había hecho una apuesta tremenda porque venía de ascender con el Numancia y tenía una oferta de renovación, pero acepté entrenar a Osasuna en segunda”, añade.

Ahora, 25 años después, el ex entrenador rojillo sigue la actualidad del que fue su equipo. “Desde que ascendió no ha sufrido nada, y este año ha estado cerca de entrar en Europa”, explica. Además, añade que “cuando pasa esto durante muchos años en un equipo como Osasuna, es porque hay un gran trabajo detrás”.

Pablo Orbaiz puso la primera piedra desde los 11 metros

Pablo Orbaiz, que en la temporada 1999-2000 fue cedido a Osasuna por el Athletic Club, fue uno de los héroes de aquella victoria que significó el ascenso a Primera División. En el minuto 52, con 0-1 en el electrónico, el que era el jugador más joven de esa plantilla tuvo la valentía de tirar un penalti en aquel escenario. Esa valentía fue premiada con el gol del empate para Osasuna, la que fue la primera piedra de aquella remontada que terminó 2-1 para los rojillos.

“Cuando llegó ese penalti estaba muy nervioso, estábamos casi a la desesperada al ir perdiendo 0-1 cuando lo pitaron, esa semana habíamos hablado de quién lo tiraría, me presenté voluntario y terminó entrando”, señala Orbaiz. Aún ahora, 25 años después, el ex jugador rojillo confiesa que “cuando lo vuelvo a ver pienso ‘no la falles, que vaya para dentro’, cuando pasa el tiempo lo valoro todavía más, son recuerdos que le van quedando a uno”.

Más adelante, algo más de diez minutos después, llegó el gol de Trzeciak que supuso el 2-1, un momento que el ex futbolista recuerda a la perfección: “Fue un poco locura, antes le anularon un gol a Alfredo y el equipo estaba en modo avalancha, con el segundo gol tuve esa sensación de tranquilidad, pero a la vez nervios de no dejar escapar lo que habíamos conseguido”. 

Sin embargo, a pesar de ese pletórico final de temporada que Orbaiz vivió con Osasuna, el comienzo de la mismo no fue sencillo para él: “No fueron unos inicios fáciles para mí, me fui al Athletic y en un partido de pretemporada hay un acuerdo entre clubes en el que yo me quedo cedido, yo pedí volver a casa si tenía que salir cedido”. Sin embargo, confiesa que “era el más joven del equipo y siempre me sentí muy arropado y respaldado por todos, Lotina me enseñó muchísimo y aprendí mucho con él”.

Orbaiz añade que “fue un año muy bueno para mí a nivel personal y profesional, cuando lo recuerdo me siento muy agradecido a mucha gente”. Además, la temporada tampoco fue fácil a nivel deportivo. “Aunque terminamos ascendiendo, recuerdo una derrota contra el Eibar que nos complicó mucho el ascenso”, comenta Orbaiz. 

Iván Rosado: "Fue el partido más difícil de mi vida"

Iván Rosado, que fue uno de los héroes de aquel ascenso con su taconazo en El Molinón, vivió el partido del ascenso de una manera diferente, con el corazón dividido. Natural de Huelva y habiendo sido capitán del Recre en algún partido, explica que “fue el partido más difícil de mi vida, se unían las ganas que tenía de ascender con Osasuna y que tenía enfrente al equipo de mi corazón y de mi tierra que se jugaba el descenso”.

Además, Rosado confiesa que “cuando terminó el partido tuve una sensación de alegría por un lado y de trsiteza por otro, ya que el Recre perdía la categoría”. Sin embargo, el ex jugador rojillo confiesa que “Pamplona es mi segunda casa, fue un ascenso muy esperado y guardo muchos amigos de Pamplona que son como familia para mí”.

Josema Mateo: "Fue el día más importante de mi carrera"

Uno de los integrantes del once inicial de aquel día fue Josema Mateo, que disputó los 90 minutos de aquel partido. El ex futbolista de Osasuna, que también entrenó al primer equipo hace 10 años, recuerda con mucho cariño y emoción ese ascenso: “Yo lo recuerdo como el día más importante de mi carrera, hay otras cosas como salvaciones o el debut, pero ascender con el equipo de tu tierra, al que iba a ver con mis padres en El Sadar, lo considero como el día más importante que he vivido como futbolista”.

Además, asegura que “cuando metimos el segundo gol, todos nos volvimos locos y no sabíamos a quien abrazar”. Ahora, 25 años después, Mateo entrena a un equipo infantil en el Gazte Berriak y sigue muy de cerca a Osasuna. “Mis hijos me aprietan porque son futboleros y les gusta ir al Sadar, lo viven mucho”, señala. 

Alfredo: "Ese día había mucho nerviosismo"

Alfredo, también titular en ese partido ante el Recreativo de Huelva, recuerda aquel día con “mucho nerviosismo, sobre todo al descanso porque íbamos perdiendo 0-1 contra un equipo que estaba para descender”. “Supimos sufrir, porque los rivales también quieren ganar y en los últimos minutos tuvieron ocasiones”, añade.

Por otra parte, el ex rojillo confiesa que “los inicios no fueron buenos, no sé si en la jornada siete estábamos más cerca del descenso que otra cosa, pero le supimos dar la vuelta a la situación”. Para él, el secreto de aquella plantilla era la unión que había entre todos los jugadores: “Había mucha gente del norte junta con jugadores de mucha calidad, gente muy honrada y muy trabajadora, que creo que fue la clave del éxito. Era un vestuario muy unido”, asegura.