Alejandro Catena se convirtió en el protagonista del partido tras marcar en el minuto 90 el tanto de la victoria ante el Getafe con un cabezazo excepcional a la salida de un córner. El defensa analizó el partido y también su situación tras el fallo contra el Betis.
Catena analizó la victoria de su equipo tras un encuentro que, reconoció, se presentaba exigente desde el inicio. “Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil. Veníamos de hacer un mal partido ante el Betis y queríamos resarcirnos, sobre todo aquí en nuestro campo”, señaló el central, que valoró la seriedad mostrada por el grupo. “Es cierto que hemos concedido el gol, que no hemos defendido bien, pero hemos hecho un partido serio, hemos competido y al final hemos tenido el premio que en otros partidos no hemos tenido”.
El defensa incidió en la naturaleza del fútbol, donde los errores y los aciertos marcan el destino de cada jornada. “Unas veces te toca fallar y parece que ya no eres un buen jugador, y otras como hoy metes el gol y eres el héroe... Lo importante es mantener una línea lo más recta posible, mantener la calma, y al final, con trabajo, no solo mío sino de todo el equipo, llegan victorias como ésta, que sirven para resarcirnos del partido de Sevilla”.
Sobre el desarrollo del juego, Catena descartó que su equipo hubiera mostrado dudas en exceso, apuntando más bien a la dificultad del rival. “El Getafe es un buen rival, al que es difícil generar ocasiones, que te anula bien, que es incómodo. En la primera parte nos ha faltado encontrarle un poco, tener un poco más de calma con balón, no precipitarnos con el juego directo. Más que dudas ha sido error de entendimiento de lo que requería el partido. En la segunda parte lo hemos corregido un poco, hemos jugado más por dentro, les hemos movido de lado a lado y al final hemos tenido el partido más donde queríamos”.
“Un vaivén de emociones”
Rubén García valoró su actuación tras un encuentro que tuvo para él un trasfondo especial. “He ayudado en lo que he podido, ha sido una semana trambólica en la que he bajado y subido a Valencia. No sé si estaba escrito que acabase así, pero también es bonito esto. La vida es así y, aunque no es fácil, hay que afrontarla como viene”, explicó, antes de reconocer que mantiene intacta la ambición: “Estoy con ganas de más, aún queda mucho”. El extremo contó el problema de salud de un familiar, con final feliz, que le ha impedido estar en las semanas anteriores con el equipo.
Por último, destacó la importancia del factor Sadar, que sigue siendo clave para Osasuna. “Suena muy tópico, pero es que el que venga va a sufrir El Sadar. La gente se prepara durante toda la semana para venir a animar. Es una parte del fútbol que se está perdiendo, pero no aquí”.