Jon Pérez, Bolo, el actual entrenador del Huesca, rival de Copa de Osasuna el miércoles, tuvo una breve pero intensa andanza como jugador rojillo. A Bolo, que llegó cedido por el Athletic al conjunto navarro al final de la temporada 1996-97, le tocó vivir el milagro de Martín al frente del equipo, cuando de estar desahuciados en Segunda se logró la increíble permanencia.

Fue un año terrible para Osasuna porque con Juan Luis Irigaray como presidente se fueron sucediendo los entrenadores –primero estuvo Rafa Benítez nueve jornadas, llegó después Pedro Mari Zabalza y más adelante Miguel Sola–. La hecatombe llevó a la directiva a retar a Martín, técnico del Promesas, para dirigir al equipo. La situación deportiva era espantosa a cinco jornadas del final, cuando le llegó el recado al técnico de Campanas. Osasuna había perdido (0-3) ante el Atlético de Madrid B en El Sadar y los rojillos tenían 31 puntos y estaban a seis puntos de la permanencia que marcaba el Lleida con 37.

Martín llegó con optimismo y en la grada se asumió que había que ganarlo todo para salvarse. “Cinco de cinco” fue el grito de guerra y la proclama del osasunismo para esos encuentros, para esa carrera loca para huir del pozo.

Bolo, que en total jugó siete encuentros como rojillo, estuvo en los dos anteriores al repóquer mágico de marcadores. Fue titular en todos –ante Badajoz (0-1), Mallorca (1-0), Alavés (0-1), Levante (1-0) y Eibar (1-1)– y vivió en sus carnes que incluso no fue necesaria una quinta victoria para lograr la salvación.

Bolo –que llegó a Osasuna con 22 años–, estuvo cedido en el Hércules antes de consolidarse en el Rayo Vallecano –seis temporadas– y seguir su carrera en el Nástic, Numancia y retirarse en el Barakaldo.

Como entrenador empezó en el Arenas de Getxo y posteriormente en la Ponferradina –cuatro temporadas–, Oviedo –once partidos–, Burgos –una temporada y el inicio de la siguiente– y ahora lleva media docena de encuentros con el Huesca, donde relevó en el pasado mes de noviembre a Sergi Guilló. Bolo dejó una buena imagen en su época como rojillo. Ahora se cruza en el otro bando.