Síguenos en redes sociales:

Satisfacción entre los vecinos por la apertura de un paso peatonal en Erripagaña

los usuarios critican que el puente viejo estuviera cerrado terminadas las obras El tiempo necesario para ir de Mendillorri a Burlada se reduce de una hora a diez minutos con la apertura

Satisfacción entre los vecinos por la apertura de un paso peatonal en Erripagaña

burlada. Pasear, sacar al perro o ir a trabajar atravesando el viejo puente de Burlada son acciones que los vecinos de Sarriguren, Burlada y Mendillorri ya pueden hacer. Un vallado perimetral, que se instaló para la urbanización de Erripagaña, construida en los términos municipales de Pamplona, Burlada, Huarte y Valle de Egüés, impidió el acceso durante tres años, desde 2007, ocasionando molestias y quejas. Sin embargo, antes de los Sanfermines el puente quedó libre para transitar para alivio de los vecinos.

Durante estos días numerosos vecinos disfrutaron del acceso. Es el caso de Diana Ribera, de 12 años, que junto con sus primos Belén Pedriel, de 12 años, y Miguel Morosi, de 10 años, atravesaron el puente en bici. "Antes tenía que dar una vuelta enorme. Era una molestia porque cruzo el puente una vez al día", explicó. Como ella, fueron varios los vecinos que pudieron disfrutar del acceso de diferentes formas. José Ignacio Sanz, de 62 años, y vecino de Sarriguren, optó por la bici. "Ahora es un alivio, pero lo que han echo ha sido absurdo. Suelo ir de Sarriguren a Pamplona, pero cuando voy a Burlada o la Chantrea es la forma más segura y cómoda. La verdad que ha sido una agradable sorpresa, no sabía que lo habían abierto", apuntó. Para otros, la prohibición de acceso afectó a su vida diaria. Miguel, de 30 años y vecino de Mendillorri, paseaba cada día con su perro por el puente de Mendillori a Burlada. Ahora le cuesta diez minutos, antes; una hora.

sin acceso, una vez edificado También recibió muchas críticas el hecho de que urbanizada la superficie, el puente siguiese cerrado. "Lleva construido desde hace tiempo y no tenía sentido no abrirlo. Pienso que la obra no quería hacerse responsable del skate. Ahora me parece increíble poder pasar, ha aumentado mucho mi calidad de vida", señaló. Otros vecinos coincidieron con él. Ángeles Fernández, vecina de Mendillori, se sumó a la crítica. "Llevaba más de medio año urbanizado y seguían sin abrirlo. Cuando están en obras se entiende, pero después ya no. Es algo ilógico", señaló. Asimismo, explicó que lleva 17 años realizando ese paseo. "Me ha hecho mucha ilusión que lo abrieran. Antes lo utilizaba todos los días para ir a trabajar, desde que lo cerraron, tuve que utilizar el coche", indicó. Así, el uso de vehículos particulares, taxis o un autobús urbano fue, para muchos vecinos, casi obligado cuando antes no era necesario. Francisco Ordunate, de 75 años, de Burlada, también se refirió al problema que suponía para los matrimonios jóvenes que "viviendo en Mendillorri, tienen a sus padres en Burlada", indicó. Su compañero, Saturnino Erburu, de 87 años, coincidía con Ordunate: "Ha habido muchas personas afectadas y no se ha dado ninguna solución".

firmas Las críticas no son nuevas. En abril, las asociaciones de vecinos Bidezar-Camino Viejo de Sarriguren y Mendillorri recogieron más de 500 firmas de ciudadanos pidiendo la "apertura inmediata" del puente. Adujeron que impedía la movilidad entre barrios y poblaciones y que perjudicaba a muchos paseantes. También que los colectivos más perjudicados eran los trabajadores, estudiantes y personas con familiares con dependencia. Sin embargo, tuvieron que esperar hasta antes de Sanfermines para poder acceder sin tener que dar la vuelta por Areta o por la cuesta de Beloso.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Pamplona recibió oficialmente la urbanización de Erripagaña, de 5.400 viviendas, tras varios meses sin que ningún municipio hiciera recepción oficial de ellas. Asimismo, contará con un periodo de garantía de tres años ya que aunque recibe las obras, aún no cuenta con infraestructura eléctrica, red de recogida neumática o la urbanización de los espacios interiores de algunas manzanas residenciales.