EN 1891 el paseo de Sarasate recibía el nombre oficioso de paseo de Valencia, título que derivaba de un tal Prudencio Valencia, personaje nacido en 1825 en Bargota y que llegó a Pamplona en 1842, llegando a ser procurador de la Audiencia y notario eclesiástico de la ciudad. Antes de eso, la zona había estado integrada dentro del bosquecillo de la Taconera, y no sería hasta 12 años después de obtener esta foto, concretamente el 16 de mayo de 1903, cuando, a propuesta del concejal Modesto Utray, el paseo fue dedicado de manera oficial al insigne músico pamplonés Pablo Sarasate.
La imagen refleja un boulevard de lampiño arbolado, abierto y despejado, consagrado enteramente al disfrute del paseante. A juzgar por los atuendos de los figurantes, la foto se obtuvo en invierno, pero en un día soleado y cerca del mediodía, a tenor de las sombras que se proyectan en el suelo señalando exactamente el norte. Como dato reseñable, diremos que falta el Monumento a los Fueros, así como el edificio de la Audiencia (actual Parlamento de Navarra), que se erigió a partir del año siguiente, en 1892. Por este motivo es posible ver, al fondo de la imagen, el paredón oscuro de la muralla exterior de la ciudad. Por el lateral derecho del paseo desfila el Regimiento de Caballería llamado Dragones de Numancia, que por entonces se encontraba acuartelado en Pamplona.
HOY EN DÍA el paseo de Sarasate forma parte de la terna de espacios abiertos más populares y arraigados de la ciudad, tras la plaza del Castillo, cuyo liderazgo nadie discute, y en dura competencia con la plaza Consistorial, que tiene a su favor el hecho de ser universalmente conocida por el Chupinazo que todos los 6 de julio abre las fiestas de San Fermín.
Es preciso anotar que, pasados 108 años desde su bautismo oficial como paseo de Sarasate, el título oficioso de paseo de Valencia no ha desaparecido del todo del imaginario más castizamente pamplonés, y todavía se puede oír mencionarlo con ese nombre de vez en cuando, sobre todo a personas de edad. Aunque el arbolado impide ver detalles, sí que podemos constatar la lamentable verticalización de los edificios, especialmente en la acera de la derecha, así como la presencia del célebre Monumento a los Fueros, erigido en el año 1903 por suscripción popular. En cuanto al Regimiento de Dragones de Numancia nº 9, fue una unidad militar creada en 1707, y su primer contacto estable con Pamplona se produjo en 1872 cuando, procedentes de Logroño, llegaron para enfrentarse a los carlistas navarros. Entre 1891 y 1898 permanecieron acuartelados en Pamplona, periodo al que pertenece la fotografía antigua, y parece ser que posteriormente marcharon a Barcelona, donde a buen seguro seguirían aburriendo al personal con sus pomposos y tediosos desfiles.