pamplona - Uno de los chaflanes más famosos de la capital, el de Estafeta con Juan de Labrit, recupera a partir de hoy el esplendor que había perdido (la peluquería, el antiguo bar Brindis y la herboristería Lucía que se ubicaban allí llevaban ya tiempo con la persiana bajada), con la apertura de un nuevo establecimiento hostelero, Txirrintxa (o txirrinta, algo así como antojo), una cervecería casi cien por cien de producción navarra, y que viene de la mano de tres socios: Jorge Goicoechea, de Berbinzana; Emilio Valerio, de Dicastillo; y Alfonso Cía, de Azcona, propietarios a su vez de La Mandarra, en la calle San Nicolás. Aunque hoy será la inauguración, a las 19.30, el local estará a pleno rendimiento "dentro de dos días, el jueves".

Que se abra un nuevo comercio en la ciudad siempre es una buena noticia, pero cuando se trata de un bar restaurante parece aún más, por lo que de dinamizador tiene el sector para la vida social, más aún del Casco Antiguo. Jorge Goicochea, uno de los propietarios, lo sabe, y por eso lleva tiempo con sus socios desarrollando sus ideas hosteleras en la capital. Montaron La Mandarra de la Ramos, hace unos años, en plena calle San Nicolás, un negocio que hoy "funciona muy bien", dice Goicoechea, y ahora acaban de terminar este nuevo local de la Estafeta y ya están pensando en inaugurarlo cuanto antes para seguir con las obras de otro proyecto, también en San Nicolás, en el 34-36: "Es una gran asador de dos plantas y 400 metros cuadrados, 200 por planta, que tendrá el nombre de Katuzaharra".

CERDO DE RAZA VASCA Hoy, a las siete y media de la tarde, se inaugura "después de meses de retraso", Txirrintxa, un ambicioso proyecto que, en palabras de Jorge Goicoechea, "creemos que va a sorprender. Está en una esquina muy famosa y que estaba bastante apagadica". Por eso, por tratarse de un sitio emblemático y una atalaya privilegiada al encierro, han querido echar el resto: "La decoración, de estilo tradicional, va a estar protagonizada por la madera, en su gran parte reciclada de otras obras, y el cobre, de hecho, todas las tuberías nos las han hecho a mano. En la decoración ha influido mucho mi socio, Alfonso, carpintero y un experto en reciclaje y en decoración". Tres grandes tanques, de mil litros cada uno, cuelgan del techo. Serán el buque insignia de Txirrintxa, que servirá, casi al 90%, cerveza navarra. "Vamos a trabajar con producción propia, con la cerveza Vasconia. Ahora nos la han hecho en Toledo, pero queremos producirla en nuestra fábrica de Dicastillo". Junto a ella, van a servir otras birras navarras, como la Naparbier, la Morlaco Beer y La Petra, y se van a especializar en el cerdo de raza vasca o Pío Negro, de la firma Maskarada. "Daremos jamón, papada y todo lo que venga del cuto", afirma.

El local, con seis entradas diferentes, y seis enormes cristaleras a Estafeta y Telefónica, cuenta con dos plantas. La baja, de 140 m2, contará con una barra de bar de 9 metros, y la de arriba, de unos 100 m2, tendrá un comedor con capacidad para 45-50 personas: "Como tiene ventanas al encierro, queremos ofrecer en Sanfermines desayunos y almuerzos selectos, tipo vip". Txirrintxa abrirá con horario de bar cafetería, hasta las 00.30 horas entre semana, y hasta las 2.30, los fines de semana, y, de momento, ya da trabajo a unas 12 personas. Fernando Lugea va a ser el encargado de este negocio, y además van a contar en la cocina con Daniel Muruce. De momento, ya cuentan con permiso de terraza, aunque les gustaría poner también mesas en plena Estafeta.