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Identidades escondidas bajo el cauce del Arga

Un estudio sobre la fauna acuática en los tres ríos de Pamplona ha permitido identificar 7 especies autóctonas y 6 invasoras

Identidades escondidas bajo el cauce del Arga

Un lucio no es un pez cualquiera. Es un depredador grande y pesado, con ejemplares que pueden llegar al metro y medio de longitud y 25 kilogramos de peso; capaz de colonizar cualquier entorno y con un comportamiento agresivo. Es especialmente voraz. Come de todo y en mucha cantidad: peces -incluidos alevines de su propia especie- pequeños mamíferos, sapos y cangrejos; y por si fuera poco, pueden llegar a vivir hasta 30 años.

Con estos antecedentes no resulta extraño que el Esox lucius esté catalogada como una especie intrusa en estas cuencas, donde le toca convivir con otras bastante menos dañinas para el entorno que las rodea. Que haya dos lucios en el lago de Mendillorri no tiene nada que ver con un proceso natural sino con la ocurrencia poco afortunada de alguien que consideró oportuno dejarlos sueltos por allí. Pero lo habitual es que al margen de los Esox lucius y de otras especies exóticas como la perca americana o el pez gato negro, la mayoría son peces cercanos y conocidos por todos como las truchas, gobios o barbos comunes.

Tanto las especies invasoras como las autóctonas aparecen recogidas en un libro presentado por ayer en el Ayuntamiento sobre la fauna acuática de los ríos de Pamplona, basado en un trabajo de campo que se realizó entre abril y diciembre de 2013 en los cauces del Arga, Elorz y Sadar, estanques, parques y fuentes.

tres ríos, once puntos El libro describe la ecología de tres de los ríos de Pamplona, caracterizados por tramos, y testados en once puntos, lo que ha permitido identificar siete especies autóctonas del municipio: bermejuela, locha de río, gobio de río ibérico, barbo común, madrilla, chipa y trucha común.

También han sido controladas seis especies introducidas -ya sea porque son utilizadas como peces de acuario y después abandonadas o liberadas o por su interés para la pesca deportiva- consideradas como especies invasoras: alburno, pez gato negro, carpín dorado, carpa común, lucio europeo y black-bass o pez gato negro.

Uno de los grandes reclamos del trabajo ha sido documentar fotográficamente todos los ejemplares que aparecen en el libro, donde además se recogen interesantes ilustraciones de varios de los tramos del río. Asimismo revisa mediante reseñas la presencia de otros vertebrados (mamíferos, aves, anfibios y reptiles, que ya han sido objeto de estudio en volúmenes anteriores) y establece la presencia de diez especies de moluscos (gasterópodos y bibalvos), algunos de ellos objeto de recolección para consumo humano hasta mediados del siglo XX.

El material será puesto a disposición de los centros escolares para su divulgación, si bien hay colectivos ecologistas, como Gurelur, cuyo portavoz fue muy crítico con este tipo de actuaciones. “Que el río aparezca con el agua limpia no significa que tenga vida”, comentó Antonio Munilla.

Metodología. Para el censo de peces se utilizó un equipo de pesca eléctrica homologado. Los peces capturados fueron anestesiados para facilitar su manejo y evitarles el estrés. Luego fueron liberados.

Estaciones de muestreo. Puente de Beloso, Pasarelas, Los Alemanes, Aranzadi-San Pedro, Cuatro Vientos, San Jorge-Berichitos y Landaban fueron los puntos de control en el río Arga. Azellakanda, Etxabakoitz, Campus UPNA y Campus UN fueron los del río Elorz.

Los autores del trabajo. Los autores son Rafael Miranda, Enrique Baquero, Javier Oscoz y Mariano Larraz, así como Iván Bedia e Ibón Tobes, todos de la Universidad de Navarra. Los dos primeros presentaron el trabajo junto con el concejal especial de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Pamplona, Valentín Alzina.