pamplona - Jaxinto Gómez Viniegra es un culo inquieto, un alternativo, un activista de mil causas (software libre, ecología urbana, energías sostenibles, contracultura, solidaridad internacional, trabajo comunitario en su barrio de Mendillorri...). Quizá una de las que más juego le da es ser delegado en Navarra de Mundubat (wwww.mundubat.org), una ONG que trabaja en el Norte y en el Sur, en lo local y en lo global, bajo tres ejes de acción: derechos humanos (principalmente mundo indígena y colectivos más vulnerables en Colombia, Centroamérica y Sáhara), soberanía alimentaria (alianza con Vía Campesina) y enfoque de género en apoyo a la lucha de las mujeres contra la violencia y la explotación. A la fundación Mundubat le circunda el anillo de La Vía Campesina, el movimiento internacional que aglutina la lucha a favor de la soberanía alimentaria, un tema que suena a utopía pero que ya forma parte de las directivas europeas. A Jaxinto le avala también su coherencia de vida. Impecable.

Precisamente el apoyo a los pequeños productores, apostando por el derecho de los pueblos a “producir sus propios alimentos, al acceso al agua, a la tierra, a la semillas, y al consumo de productos locales, frescos y de temporada” está calando en las políticas públicas a diferentes escalas, también en Iruña. El Ayuntamiento de Pamplona (firmante del Pacto de Milán), acompañado por el Grupo de Compra Pública de Navarra, donde se integra Mundubat, va a poner en marcha un proyecto pionero en el Estado para ofrecer menús saludables y sostenibles en las trece escuelas infantiles municipales. Niños y niñas alimentados con producto “fresco, local, de temporada y ecológico, con criterios de gobernanza local y soberanía alimentaria”, asegura Jaxinto. ¡La bomba! “El proyecto es sumamente ambicioso, estamos pensando en firmar convenios con cofradías de pescadores, con agricultores y ganaderos locales... ofreciendo menús más saludables a los chavales”. Un modelo de soberanía alimentaria que permite educar en la participación ciudadana, y propicia a su vez un desarrollo económico y rural inmediato al “privilegiar” los productos de proximidad. “No somos conscientes del impacto que la agroindustria y las grandes multinacionales tiene en nuestros pueblos y en el despoblamiento rural, además de los efectos medioambientales en los gases de efecto invernadero”, reitera. “Vamos a dejar de un lado la panga de Asia y comer productos de calidad y proximidad”, apostilla. Se trata de menús más artesanales y sanos, que se apoyan en pequeños productores, por lo que no tendrá repercusión, indica, en el precio final. Calidad a buen precio. La idea es que todos los centros educativos y hospitalarios puedan beneficiarse a futuro de esta filosofía del llamado circuito corto, sostenibilidad, autonomía y “fortalecemos la salud de los escolares”. “Hasta ahora no importaba la cadena alimentaria, si ésta tiene un impacto ambiental, sociolaboral o en el desarrollo rural. Y no sólo eso. La diabetes infantil tiene su origen en la alimentación y en las periferias obreras representa un verdadero problema”, destaca Jaxinto.

Un espejo en el que mirarse es Isére, en los Alpes franceses, donde se preparan más de 32.000 menús al día en diferentes tramos educativos desde el sistema público (local y regional). Hoy viernes acudirá a Pamplona Christophe Corbière, responsable de proyectos de alimentación del departamento de Isère, para dar a conocer el proyecto a los medios de comunicación en los locales de INTIA. Una de las claves, según Jaxinto, es que un 35% de los productos se venden de forma directa.

Algo se mueve. El Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán (octubre de 2015) comprometió a más de cien ciudades a desarrollar unos sistemas alimentarios equitativos y sostenibles. También ha pasado un año desde que se celebró el Parlamento Abierto sobre Soberanía Alimentaria. Desde entonces, el grupo de trabajo Compra Pública en Navarra está trabajando para promover la incorporación de criterios de proximidad, ecológicos y de temporada en la compra pública de alimentos. En este grupo participan el Consejo de Producción Ecológica de Navarra, INTIA (Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias), sindicatos, apymas, Veterinarios sin Fronteras, Justicia Global, Slow Food Iruñea, Mundubat...

“El compromiso es hacer un estudio de todos los flujos de alimentación y agentes implicados en Pamplona y Comarca, por ejemplo de Mercairuña y los mercados municipales. Asimismo, se van a llevar a cabo acciones de sensibilización en las cinco merindades de Navarra. Se han realizado reuniones con productores, sindicatos, cargos electos y técnicos, con el fin de estudiar medidas desde las administraciones de apoyo a la compra pública, el consumo responsable y la soberanía alimentaria. Huertos urbanos, mercados de productores... A Jaxinto se le iluminan los ojos. Lo vive, lo siente... y convence: “Por cada euro que se invierte en sistemas de alimentación globales se generan dos euros en la comunidad”.