pamplona - Las discrepancias sobre el futuro de la presa de Santa Engracia se volvieron a reproducir ayer durante la Comisión de Asuntos Ciudadanos, donde tres colectivos diferentes tomaron la palabra para defender sus argumentos a favor o en contra de mantener dicha estructura en el río Arga. No es un asunto exclusivo de Pamplona. La continuidad de este tipo de construcciones fluviales, muchas de ellas en desuso, lleva tiempo generando intensas discusiones entre los expertos en la materia, la mayoría de los cuales aboga por su paulatina desaparición en la línea de lo que han ido estableciendo las políticas comunitarias, nacionales o autonómicas al respecto.

Las discrepancias surgen, y es el caso de Pamplona, por las actividades generadas entorno a estas presas de índole social o deportivo, como la pesca o el remo, cuya existencia también ha ayudado a conservar el hábitat natural del río.

Después de que el pasado lunes se tuviera que suspender la comparecencia prevista, Adolfo Jiménez, en representación del colectivo Arga Bizirik; Alberto Garaikoetxea, presidente del Club Náutico de Navarra, y Pedro Vizcay, de la Federación Navarra de Pesca, intervinieron ayer al inicio de la comisión.

Fue con motivo de una nueva declaración presentada por los regionalistas, que llevan tiempo planteando iniciativas de todo tipo sobre la presa con la clara intención de buscar fisuras en la mayoría municipal. Cabe recordar que el Ayuntamiento anunció su intención de acometer un arreglo provisional del talud, a expensas de los permisos preceptivos que deben otorgar la Confederación Hidrográfica del Ebro, responsable de cualquier intervención en los cursos fluviales, y el Gobierno foral, como depositario de las competencias medioambientales.

En el último Pleno municipal celebrado el 6 de septiembre, los grupos apoyaron el proyecto de inversiones financieramente sostenibles, donde aparece consignada una partida para la reparación. La presa, que fue construida en el siglo XIII, es de piedra de sillería, mide 65 metros de largo y dos metros de altura. Presenta un boquete en medio de la estructura de unos tres metros causado por las fuertes avenidas del pasado otoño.

El representante de Arga Bizirik destacó que los tres colectivos presentes en la Comisión quieren “un río en buenas condiciones” y abogó por abrir un debate ciudadano donde se analice si conviene o no el arreglo de la presa de Santa Engracia y de las otras 4 que se mantienen en el río Arga a su paso por Pamplona. En su opinión, no merece la pena invertir recursos públicos en una estructura que el agua se ha encargado de echar abajo, recordando además el perjuicio que las presas causan en momentos de grandes avenidas.

Por el contrario, Alberto Garaikoetxea defendió emociado la labor social realizada por el club de remo durante tantos años y lamentó que la rotura haya reducido al mínimo su actividad deportiva, ya que la lámina de agua que generaba la presa ha desaparecido y por tanto, las embarcaciones han dejado de salir. Además, recordó el apoyo social recibido, con más de 5.000 firmas.

“Cabemos todos” En la misma línea se manifestó el representante de los pescadores deportivos, que recordó que “la presa no hace daño al río. Si fuera la única, yo diría que no se rehaga”, dijo concretando que “arriba está la de San Pedro, y abajo la de San Jorge”. Pedro Vizcay también aseguró que “todos queremos una solución para el río, y podemos caber todos”, y mostró su escepticismo respecto a algún argumento de los ecologistas: “Pensar que en el Arga va a haber visones o nutrias me parece descabellado”.

Finalmente, la Comisión aprobó la declaración de apoyo al Club Náutico de Navarra y a la Federación Navarra de Pesca, a los que se reconoce “la labor deportiva y formativa que realizan”. En un segundo punto, la declaración insta “a la concejala de Deportes a que atienda las demandas del Club Náutico de Navarra y de la Federación Navarra de Pesca e impulse la reparación definitiva de la presa de Santa Engracia, algo absolutamente necesario para el desarrollo de las actividades”. La declaración se aprobó con 4 votos a favor (UPN y PSN), 2 votos en contra (Aranzadi e I-E) y 4 abstenciones (EH Bildu y Geroa Bai). Durante las intervenciones se planteó la conveniencia de analizar la cuestión con los técnicos municipales y los colectivos implicados.